Fue en una mansión ubicada en Beverly Hills en donde la princesa del pop, Britney Spears, vivió los momentos más difíciles de su vida, cuando el 2007 sufrió un colapso.
Aunque la propiedad debió haber sumado ceros a su valor, por el contrario se disminuyó.
La mansión estilo mediterráneo cuenta con casi ocho mil pies cuadrados, piscina de agua salada, jacuzzi, amplia sala principal, sala de estar, una gran cocina, terrazas, 6 cuartos con baño, jardines entre otras habitaciones. Britney pagó en 2007 6.750 000 dólares, y la vendió en 4.300 000 dólares. La persona que la compró le hizo algunas remodelaciones y la puso a la venta, misma que apenas hace unos días se concretó y el nuevo propietario pagó 6.100.000 dólares.
2007 fue un año en que la cantante vivió una grave crisis de salud mental que la llevó a protagonizar algunos escándalos, como el raparse la cabeza, atacar el auto de un paparazzi, acudir a fiestas desenfrenadas y además el divorcio de Kevin Federline. Fue internada en una clínica psiquiátrica y desde entonces quedó bajo la tutela de su padre Jamie Spears.