El 2020 fue un año difícil para la industria del entretenimiento, pues además de acabar con muchas vidas y la cotidianidad de todos, también generó estragos en el cine y la televisión, pues el distanciamiento jugó un papel negativo a los establecimientos donde podíamos disfrutar nuestras películas favoritas y también a los procesos de rodaje de cualquier proyecto televisivo y cinematográfico.
Con información de ING
Tal conflicto, fue un empuje para que muchas casas productoras comenzarán a pensar en otras alternativas como el streaming y también cambiar la modalidad de los cines del mundo. Chris Aronson de Paramount Pictures indicó que ya que habrá que hacer cambios importantes en adelante:
«Creo que la gente querrá salir de sus hogares y recuperar su estilo de vida normal, pero es surrealista pensar que eso es lo único necesario. Los dueños de las salas de cine tienen que reexaminar todas las facetas del negocio, igual que todos nosotros vamos también a cambiar lo que hacemos.»
Por un lado es lógico, y por otro nos muestra cómo la industria no va a parar, sino que hay intención de adaptarse y superar la situación. Veremos cómo afecta esto a lo que ya conocemos a día de hoy (cuando se toman precauciones como la desinfección continua y el dejar sitios libres entre espectadores, además del uso obligatorio de mascarillas).
Esta nueva situación ha motivado acontecimientos como la decisión de Warner Bros. Pictures de estrenar a la vez sus películas en salas de cine y HBO Max, algo que ha provocado grandes altercados con las productoras. También ha hecho que cantidad de producciones que habríamos disfrutado este año no lleguen a las salas, véase Dune, la nueva entrega de Fast o la película de la Viuda Negra de Marvel.