En noviembre de 2020, el príncipe Harry y Meghan Markle intentaron participar del tradicional homenaje que, cada año, la familia real hace a los soldados caídos de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, no pudieron lograrlo.
Fuentes especializadas revelaron al diario británico Daily Mail que, tras haber abandonado sus puestos en la corona británica, la reina Isabel II les habría negado el acceso a la ceremonia.
Para la realeza, el Día del Armisticio es una fecha muy especial. Se trata de una jornada de noviembre en la que se honra a los soldados de la Commonwealth caídos durante el enfrentamiento bélico que ocurrió entre 1914 y 1918.
Meghan y Harry solo pudieron participar en el cementerio nacional de Los Ángeles, depositando flores en dos tumbas específicas: la de un miembro de las Fuerzas Aéreas de Australia y de un miembro Artillería de Canadá.
Aquel día, la pareja recibió duras críticas por no formar parte del tradicional evento en Londres; sin embargo, no se conocía el verdadero motivo de sus ausencias en el acto.
Según informó el medio, que citó fuentes vinculadas al palacio de Buckingham, la reina Isabel no tardó demasiado en tomar la decisión.
“La reina piensa que no se puede elegir lo que se hace en lo que respecta a la institución. O estás adentro o estás afuera“, señalaron, haciendo referencia al “Megxit”, cuando el matrimonio optó por dejar sus obligaciones reales.