El luchador de sumo ruso Dzhambulat Khatokhov, que fue conocido como “el niño más fuerte del mundo” o “el niño más pesado del mundo”, murió a los 21 años de edad, informaron los medios TMZ y The Sun. Aún no se conoce la causa de la muerte, pero fuentes revelaron que padecía de una enfermedad renal.
La noticia de su fallecimiento la dio Betal Gubzhev, presidente de la Federación de Sumo y Lucha en Kabardino-Balkaria, región rusa donde creció y se formó como luchador.
“El primer luchador de sumo de la república de Kabardino-Balkaria, Dzhambulat Khatokhov, ha muerto”, escribió en su cuenta de Instagram. “Mis condolencias a sus familiares y amigos”, agregó.
Un fenómeno
Khatokhov se convirtió en un fenómeno mundial no solo por sus destrezas al momento de competir que le permitieron alcanzar el éxito muy temprano, sino porque siempre fue un niño enorme para su edad.
Cuando nació pesó solo 2,700 kg, pero cuando tenía un año ya pesaba casi 13 kg y a los 9 aseguran que registraba en la balanza 135 kg.
Siempre fue objeto de muchas especulaciones y el foco de muchos documentales sobre su vida. Varios expertos habían expresado preocupación por su expectativa de vida, pues consideraban que era mucho menor que la de cualquier otro niño de su edad.
Se sentía un superhéroe
Su madre, Nelya, enfermera, tuvo que lidiar siempre con los señalamientos de que era negligente con la salud de su hijo. “La gente cree que yo le inyecto esterorides, ¿qué madre puede hacer eso? Él fue creciendo y creciendo. ¿Qué podía hacer yo? Dios lo creó así“, dijo en una ocasión.
Los médicos, afirmó, nunca encontraron una razón que justificara su desarrollo. Le hicieron todo tipo de exámenes y sus órganos eran acorde a su tamaño. “Me dijeron que era saludable y que no me preocupara. Así que yo creo que él llevará una vida feliz”.