La influenciadora colombiana Angélica Hernández había sido capturada el pasado 13 de octubre acusada de integrar una banda criminal dedicada a vender sustancias ilegales.
Una fiscal especializada de la Seccional Quindío logró que el Juzgado Sexto Penal Municipal con función de control de garantías de Armenia enviará a prisión a la modelo para que continúe su proceso desde allí.
Justino Hernández Murcia, fiscal a cargo de esa regional, informó en un video: “Se impuso la medida de aseguramiento en establecimiento carcelario contra Angélica María Hernández Ramírez, reconocida influenciadora, quien a través de redes sociales, presuntamente, promocionaba y estimulaba el consumo de alimentos con cannabis y que al parecer vendía a través de empresas de envío y mensajería”.
Según la entidad, la también exparticipante de ‘El Desafío‘ “aprovechaba su reconocimiento para ampliar el comercio de las sustancias ilícitas en redes sociales”. La distribución se hacía a través de diferentes productos.
A través de videos y un agente encubierto virtual, análisis financieros y de redes sociales, la Fiscalía dice que obtuvo y evidencia física sobre la participación de Hernández Ramírez quien, “a través de ocho cuentas en redes sociales, supuestamente, incitaba a las personas a comprar productos que contenían cannabis”.
En los videos la mujer consumía y trataba de convencer a la gente, en particular a sus seguidores, de hacer lo mismo exponiendo beneficios como, por ejemplo: potenciador de la actividad física y para ello mostraba los supuestos resultados en su cuerpo.
Por ejemplo, en sus historias de Instagram, que la Fiscalía rescató y es uno de los videos que tiene como prueba contra ella se le escucha decir: “Nosotros vendemos estos chocolates, a mí me encantan; yo me como medio chocolate y es el equivalente a haberse fumado el de mejor calidad”.
La hoy imputada, quien reside en Medellín, tuvo contacto con el encargado del recaudo de los dineros y los envíos a través de empresas de mensajería, para comercializar los productos a todo el país.
Entre los alimentos con sustancias estupefacientes que ofrecía estaban galletas cuyo costo era de 1,5$ pesos. Se pudo establecer que vendía, alrededor de 10 galletas diarias, así como chocolates y gomas por cuatro unidades a un costo de aproximadamente 15 dólares También pasteles a 2 dólares y vapeadores a 35$, entre otros.