En su camino a la independencia económica, Britney Spears finalmente obtuvo un acierto en los tribunales esta semana (14 de octubre). La cantante logró que se aceptara una petición para “expandir” su equipo legal en la lucha por su libertad.
La decisión le permite a la vocalista contar con su propio equipo de abogados. Hasta ese momento era su padre quien elegía a los representantes legales. Britney está bajo la tutela de su padre, Jamie Spears, desde 2008
Padre vs. hija
La cantante de 38 años no asistió a la audiencia, pero Jamie Spears, su madre Lynne y su abogado Samuel Ingham sí estuvieron presentes, según Entertainment Tonight.
“Ella cree que lo mejor es que un equipo se encargue de estos asuntos no sólo por su bienestar sino también por el bienestar público”, dijo Ingham, el abogado que presentó el pedido y quien la representará.
“Quiere que sus ingresos económicos sean tratados de la forma más abierta y transparente posible”, expresó el letrado, según reseña el portal Perfil.com.
Jamie Spears había contrarrestado la petición de su hija en la corte, al alegar la semana pasada que la misma representaba un gasto innecesario para ella.
‘Claramente, los objetivos de James son o bien obstruir el nombramiento de un fiduciario corporativo indefinidamente o dominar todo el proceso por sí mismo, incluyendo la selección del fiduciario’, sostuvo Ingham.
Jamie ha sido el tutor de la intérprete de Toxic desde 2008 y renunció a su papel en septiembre de 2019 debido a su salud.
La tutela temporal le fue entregada a la abogada, Jodi Montgomery. Jamie retomó sus funciones en enero de 2020.
Britney perdió el control sobre su vida y finanzas luego de una serie de incidentes que dejaron en entredicho su salud mental. El inicio de esa mala racha fue su decisión de afeitarse la cabeza en 2007 en un salón de belleza en Tarzana, California.
Al año siguiente fue internada contra su voluntad en el pabellón psiquiátrico del Ronald Reagan UCLA Medical Center, lo que generó la necesidad de una tutela por su padre.