La actriz británica Kate Winslet ha dado unas polémicas declaraciones. La ganadora del Óscar aseguró estar de dos de sus grandes trabajos junto a los directores Woody Allen y Roman Polanski.
Las declaraciones de la protagonista de Titanic, se debe a las acusaciones de acoso y abuso sexual de ambos cineastas.
“¿Qué coño estaba haciendo trabajando con Woody Allen y Roman Polanski?”, ha declarado la intérprete en una entrevista para Vanity Fair en la que ha echado la vista atrás sobre las decisiones que ha tomado en su carrera. “Es increíble para mí, ahora, cómo esos hombres fueron tenidos en tan alta estima, tan ampliamente en la industria del cine y durante tanto tiempo. Es jodidamente vergonzoso”, añade.
Winslet participó con Polanski en la película Un dios salvaje y con Allen en Wonder Wheel (la noria de Coney Island). El estreno de este proyecto en 2017 coincidió con la aparición del movimiento #MeToo.
“Tengo que aceptar la responsabilidad del hecho de haber trabajado con ambos. No puedo volver hacia atrás en el tiempo. Estoy lidiando con esos remordimientos, pero ¿qué tenemos si no somos capaces de ser jodidamente sinceros sobre todo eso?”, añade.
Allen ha sido objeto de escrutinio público durante décadas después de que, en 1993, fuera acusado de abusar de su hija adoptiva Dylan Farrow. Esta habló públicamente de estos hechos en 2014 en una carta publicada en The New York Times en la que afirmaba que Allen había abusado sexualmente de ella cuando solo tenía siete años. El director negó esas acusaciones. Con el surgimiento del movimiento #MeToo como consecuencia de las acusaciones realizadas contra el productor Harvey Weinstein, estos hechos volvieron a ser noticia justo cuando Allen estaba trabajando en su última película Día de lluvia en Nueva York. Actores del reparto de ese proyecto como Timothée Chalamet y Rebecca Hall decidieron donar su sueldo a Time’s Up, otro movimiento contra el acoso sexual. Rachel Brosnahan, que trabajó con el realizador en la serie Crisis in Six Scenes, declaró que se arrepentía de haber colaborado con él. Colin Firth, actor de Magia a la luz de la luna, afirmó que no volvería a trabajar con él.
En cuanto a Polanski, el director fue arrestado y acusado en marzo de 1977 de violar a Samantha Geimer, una menor de 13 años. Fue acusado formalmente de seis cargos penales incluyendo sexo con una menor, sodomía y violación con uso de drogas. Él solo se declaró culpable de uno de ellos. Posteriormente, en 1978, huyó a Europa y no ha regresado a Estados Unidos desde entonces. Desde 2010, cuatro mujeres han acusado al realizador de abusar de ellas cuando eran menores. Él ha negado las acusaciones. En 2018, la Academia de Cine de Hollywood votó para expulsarle de sus filas.
No es la primera vez que Winslet habla sobre su participación en películas de Polanski y Allen. En 2017 afirmó que se arrepentía de sus decisiones de trabajar con ciertos “hombres de poder” de Hollywood.