La exreina y actriz colombiana Eileen Roca compartió una extraña vivencia en un video de Facebook, que dudó en difundir porque sabe que algunas personas no creen en esas cosas.
Lo primero que relató la Señorita Colombia 2006 fue que todo comenzó hace alrededor de cuatro meses cuando Valentina, su hija de dos años, empezó a estar “muy extraña, irritable e inquieta”.
Además, la niña “no dormía bien” e incluso estando en los brazos de su mamá “pegaba saltos” y estaba “intranquila”. “Ella siempre tenía buena actitud, pero yo le veía la carita cansada. […] Estaba cansadita”, explicó la celebridad colombiana.
Pero lo que lo que hizo que la ex Miss Colombia llevara a su heredera al médico fue un “pujo raro”. Entonces, a Valentina Silva Roca la vio desde el pediatra hasta el gastropediatra; también estuvo en urgencias de dos clínicas; le hicieron varios exámenes, entre ellos unos TAC de pulmón y de estómago, para descartar si era algún problema del colon, con la alimentación o respiratorio; pero nada, desde lo médico, les daba una pista a sus papás de qué podía tener la niña, recordó Eileen.
Al final, fue la mamá de la exreina quien dio con lo que le había pasado a la pequeña, de acuerdo con el relato de la famosa (que recientemente también tuvo problemas por un millonario robo), en el que, por su caso, les envió un mensaje a otros padres para que cuiden a sus hijos de las malas energías y los invitó a orar.
“Mi mamá que es médica, otorrinolaringóloga, maneja todo este tema de respiración y me dice: ‘Hija, ¿no será ‘mal de ojo’? Y yo: ‘¿‘Mal de ojo’? Qué es eso? Pero… ¿por qué mal de ojo? ¿Quién le va a hacer ‘mal de ojo’ a mi hija?”, narró la también actriz, mientras explicaba que eso se da no solo por “la envidia” y porque “tu felicidad no es la de otros”, sino por “la energía, la vibra” que puede haber en los hogares, y decía cómo hizo para que su niña mejorara:
“Comencé a hacerle la Sangre de Cristo, el rosario, a orarle con agua bendita… Todas las noches le estoy orando todo el tiempo. Desde el primer día mi hija durmió perfecto y fue maravilloso. […] Ya no se queja, no llora [cuando duerme]”.