La actriz mexicana Geraldine Bazán volvió a enamorarse luego de su polémico divorcio con Gabriel Soto y tuvo otro romance fallido con Santiago Ramundo. Por lo que, a la artista le ha tocado seguir en la búsqueda del amor de una pareja.
Con información de TV Notas
Sin embargo, todo parece indicar que Geraldine, hace unos tres meses logró iniciar una relación con el empresario, Lui Rodrigo Murillo, pero fuentes aseguran, este hombre podría no ser lo que aparenta, debido a que un amigo de él reveló para TV Notas que es un estafador, que solo ve en la artista una mina de oro por saquear.
En la entrevista con la revista de espectáculos, la fuente anónima aseguró que el novio de la actriz no es puertorriqueño como se presumía, sino que más bien es de nacionalidad mexicana.
«La semana pasada se soltó el rumor de que ella andaba con un puertorriqueño, pero no es cierto, el novio de Geraldine es mexicano y se llama Luis Rodrigo Murillo García, y sí lo conozco”, señaló.
«Luis Rodrigo es bien labioso y supo cómo llegarle. Él sabe que Geraldine está vulnerable, ávida de amor y pues cayó redondita a sus pies», agregó.
El novio de Geraldine Bazán ha pasado por otras relaciones, pues se hizo saber que estuvo casado y tiene dos hijos. También, se descubrió que cometió toda clase de engaños y estratagemas a su exesposa para quitarle lo más que se pudiera.
«Mira, Luis Rodrigo aparenta tener mucho dinero, y la neta no es así, es un vividor. Él era vendedor de autos en Querétaro y se casó con una mujer que incluso lo sacó de trabajar, pero se separaron y a ella la dejó con dos hijos y sin ninguna propiedad”.
«A su entonces esposa, Sofía, le sacó lo que pudo. Él tiene un departamento en Ixtapa que le quitó a ella a base de mentiras, y una casa cerca del aeropuerto de Zihuatanejo. Luis le hizo de todo a su exmujer”.
«Esto duró los 14 años que estuvieron casados, hasta que ella se hartó de tantas infidelidades y de apoyarlo. Y cuando por fin le pidió el divorcio, ella se dio cuenta de que él había puesto a su nombre varias propiedades. Lo peor es que después de lo que le hizo, ni siquiera le pasa pensión alimenticia. Luis no conoce la vergüenza, con decirte que una de las casas que le quitó a su mujer fue donde tuvo a Geraldine en abril».