El pasado mes de agosto, el multimillonario Jeffrey Esptein apareció muerto en la celda donde estaba cumpliendo su condena por tráfico de menores y abuso sexual. Su muerte aún sigue siendo un misterio, pues muchos aseguran que no se quitó la vida, sino más bien fue asesinado, de modo que, la serie documental «Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico» de Netflix aborda todas las interrogantes de este deceso que recientemente ha tomado protagonismo por las revelaciones de Anonymous.
En Asquerosamente rico, digirida por Lisa Bryant, se incide en varias cuestiones clave que han despertado no pocas teorías sobre la muerte de Epstein. Primero, el hecho de que el magnate fuera ‘amigo’ de miembros de la élite como Donald Trump o el Príncipe Andrés de Inglaterra sugiera que tal vez Epstein tenía información confidencial de esas personas. Segundo, que sus mansiones tuvieran cámaras en todas o casi todas las habitaciones, registrando lo que ahí sucedía, también sugiere que quizá Epstein podría haber chantajeado a más de una persona, aparte de a las víctimas.
En el episodio final de Asquerosamente rico, la docuserie expone varias teorías sobre la muerte de Jeffrey Epstein a partir de varios testimonios.
¡CUIDADO, SPOILERS!
No sigas leyendo si no quieres conocer detalles importantes de las teorías sobre la muerte de Jeffrey Epstein expuestas en ‘Asquerosamente rico’.
SUICIDIO
El periodista Charles Gasparino, por ejemplo, cuenta en Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico que el magnate y pederesta «se suicidó la primera oportunidad que tuvo». Para el periodista Tim Malloy, en cuyo libro Filthy Rich, escrito junto a James Patterson, se basa el documental, Epstein «no tenía otra salida».
El documental, en todo caso, especula con las condiciones que permitieron que Epstein se suicidara: un centro penitenciario precario, con un sistema de CCCTV estropeado, y unos guardias poco o nada vigilantes.
NO ES SUICIDIO
Otra teoría apunta a que Epstein no se suicidó. Según el forense Dr. Cyril Wecht, es poco probable que eso sucediera y lo afirma analizando las fracturas del hueso hioides, a la altura de la tercera y cuarta vértebra cervical, cuya posición no encajarían con la posición de alguien que se ha suicidado ahorcándose.
El documental, además, como se ha señalado, sugiere que hay razones para creer que alguien quería silenciar a Epstein para siempre; y, para sustentar esa teoría, muestra un documento interno que cita «irregularidades graves» en el estudio de la muerte del magnate.
LA GRAN RED DETRÁS DE LA MUERTE DE EPSTEIN
Por último, el documental también ahonda en la gran red de tráfico de menores y abusos sexuales de la que participaba Epstein, y habla del millonario como la punta del iceberg de una trama mucho más compleja y perversa.
Una de las víctimas, Virginia Roberts Giuffre, habla de «chantajes sistemáticos» mientras que Sarah Ransome dice en el documental que Epstein «es una pieza muy pequeña en una gran red». Una de las pruebas más inquietantes que aporta Jeffrey Epstein: Asquerosamente rico en Netflix revela que Epstein, cuando estuvo encarcelado, transfirió su riqueza a una cuenta bancaria en el extranjero, para dificulltar que las víctimas recibieran una compensación económica en el caso de morir. Como apunta el documental de Lisa Bryant, Epstein murió dos días después de realizar esa transferencia.