Tal y como los habitantes de distintos países, la reina Isabel II de Inglaterra también cumple con el confinamiento recomendado tras la crisis pandémica que se vive por el coronavirus. No obstante, en su palacio tiene cómo pasar el rato.
La abuela de los príncipes William y Harry reside en el Castillo de Windsor, ahí se mantiene muy activa; no le gusta quedarse todo el día en su habitación. Constantemente sale a caminar en dicha propiedad, montar a caballo y disfrutar de las cosas más simples.
Katie Nicholl, experta en asuntos de la realeza, reveló a Vanity Fair: “Una de las cosas más agradables para la reina es que ahora está pasando más tiempo con su esposo Philip, de lo que normalmente lo haría. Cenan juntos al final de la tarde. Sale todos los días y aprovecha al máximo ese tiempo e incluso monta a caballo. La reina es una apasionada de los caballos y a menudo se le ve caminando por sus propiedades”.