Los miembros de la realeza no se han escapado de cumplir con el confinamiento, tras la crisis que se vive por el coronavirus. Los duques de Cambridge, Kate Middleton y el príncipe William han hablado de cómo están transcurriendo las cosas en casa con sus hijos: Jorge, Carlota y Louis.
En un reciente encuentro con la BBC, los propios duques confesaron que en estas últimas semanas han tenido «altibajos»; como la mayoría de las familias, ya que la situación es completamente extraordinaria y carece de precedentes.
Por su parte, Kate reconoció que está resultado difícil mantener una disciplina con sus tres hijo lejos del colegio, aunque han tratado de mantener su rutina intacta. Ni siquiera durante las vacaciones de Pascua hicieron un alto en sus tareas diarias. «No les hemos dicho que seguimos de vacaciones y los he tenido haciendo deberes, me siento mal, no sé cómo los niños tienen tanta resistencia», explicó la duquesa; dejando claro que los pequeños también tienen tiempo libre para jugar e incluso dejar volar su creatividad elaborando ellos mismos algunas recetas.
Los deberes son los que han causa disputa en la casa de los duques de Cambridge. Según lo comentado por la esposa del príncipe William; su hijo mayor no está del todo contento con sus tareas, él preferiría hacer las que le toca realizar a su hermana. A Jorge le parecen más emocionantes y divertidas que las suyas. «Se enfada porque quiere hacer los proyectos de Charlotte. ¡Porque hacer cosas como ‘Spider Sándwich’ es mucho mejor que aprender alfabetización!», comentaba divertida la duquesa; haciendo referencia a una popular historia infantil escrito por la autora británica Claire Freedman que versa sobre un monstruo que adora las comidas desordenadas y las fiestas de bichos.
Desde Norfolk, los niños mantienen el contacto con sus familiares y amigos únicamente mediante videollamadas. Una vía de comunicación que usa también la reina Isabel II; quien se encuentra en el castillo de Windsor junto al duque de Edimburgo.
Lo más complicado de la cuarentena
Precisamente no poder estar cerca de los allegados; especialmente si han pasado momentos complicados como el príncipe Carlos. Cabe recordar que el heredero al trono británico fue positivo en coronavirus; un contagio del que está completamente recuperado pero que preocupó mucho a su entorno en los momentos iniciales. Así lo reconocía su hijo mayor; quien confiaba en la fortaleza de su padre para superarlo. «Tengo que admitir que al principio estaba bastante preocupado, por su edad -71 años- forma parte de los grupos de riesgo, lo cual es bastante peligroso. Por suerte, sus síntomas eran moderados y los doctores me tranquilizaban diciendo que ha había pasado lo peor», explicó.