Sin lugar a dudas, el coronavirus ha sido una de las peores desgracias que ha vivido el mundo. El letal virus iniciado en China, se ha propagado por el planeta entero, cobrándose muchas vidas y también causando gran conmoción en la población.
Han sido mucha las historias de superación que hay detrás del COVID-19, algunos han vivid para contarlo y su experiencia queda registrada para que otros que atraviesen este virus puedan sentirse esperanzados y poder afrontarlo con mucha determinación y ganas de vivir.
La siguiente historia, ha sido compartida por muchos portales en el mundo, debido a su increíble testimonio que ha sorprendido y conmovido a muchos.
Se trata de Angela Primachenko, una ciudadana estadounidense de Washington (EE. UU.), quien se enfermó gravemente debido al COVID-19 y estuvo 10 días intubada en el centro médico Legacy Salmon Creek.
La mujer, de 27 años, fue puesta en coma inducido cuando tenía 34 semanas de gestación y, al mismo tiempo, los médicos decidieron hacerle una cesárea; de esta manera, Angela tendría “más oportunidades de luchar” por su vida y de proteger a su bebé (una niña), informó `portal Today.
El medio que la asistió indicó que el pasado 6 de abril, la estadounidense despertó del coma y, por su puesto, se llevó una sorpresa al ver que su bebé ya no estaba en su vientre.
“Desperté ya no tenía mi barriga. Fue extremadamente alucinante”, manifestó Angela al portal.
De acuerdo con Today, la mujer salió del hospital el pasado sábado, pero aún no ha podido ver a su hija, pues la pequeña está en la unidad de cuidados intensivos y Angela todavía debe recuperarse por completo del coronavirus. El medio también reportó que, por fortuna, la recién nacida no se infectó del COVID-19; el esposo y la otra bebé de Angela también se salvaron de contagiarse.
Ahora, según el mismo portal, la mujer tendrá que dar negativo en dos pruebas de coronavirus consecutivas para poder visitar a su bebé en el hospital.