En plena crisis del coronavirus, el planeta entero se prepara para enfrentarse a este virus que ha matado un centenar de personas en China; sin embargo, existen otros que le sacan provecho a las situación, creando insólitos productos que dejan a todos sorprendidos y un poco desconcertados.
El restaurante Baserriberri de Pamplona, España ha creado un plato que se llama Croquetavirus, una croqueta que se come colocándose un tapaboca que cubre la nariz y la boca.
DATO: Ante la rápida propagación del nuevo virus que tiene al mundo entero en alerta, algunas personas están recurriendo a medidas extremas como el uso de mascarillas y respiradores N95 para evitar el contagio.
El Croquetavirus es una croqueta hecha de picadillo de pulmón de cerdo agridulce que se coloca en una pequeña bolsa con una abertura y se cose por dentro de una máscara sanitaria impregnada en jengibre.
Cuando el cliente se la coloca, su olfato se centra en el jengibre y para comer la croqueta solo tiene que apretar por fuera de la mascarilla y ya cae a la boca. Algunos usuarios en las redes están totalmente indignados con la creación y lo consideran una falta de respeto y de mal gusto.
«Llevábamos un tiempo jugando a comer alimentos aislando algunos sentidos y potenciando otros. Estábamos flipando con las sensaciones que surgían usando mascarillas: aislaban nariz y boca creando microclimas olfativos y gustativos, herméticos y mágicos; y… justo estalla el tema de Wuhan”, comenta el cocinero Iñaki Andradas.