No solo la voz y la actuación de Jennifer Lopez dieron de qué hablar este domingo, luego de su presentación en el Super Bowl, los distintos vestuarios de la artista jugaron a ser la combinación perfecta para su show.
Una vez más Versace estuvo encargado de confeccionar las distintas capas, pues la intérprete tan solo tenía 7 segundos para cambiarse. Desde septiembre se iniciaron las conversaciones, justo en el camerino en el que se encontraba JLo para su próxima película.
Para comenzar el show, usó un atuendo inspirado en la producción fotográfica de Marlo Brandon para Vogue en los años 60.
Se deshizo de la falda para seguir con un traje de cuero, con adornos plateados.
Minutos después sorprendió con una malla que contaba con más de 800 piezas, cortadas individualmente para moldear el cuerpo. Adornada con 12,000 lentejuelas y 15,000 cristales de Swarovski, todos cosidos a mano.
Como estadounidense y puertorriqueña, la Diva del Bronx quería que se representara a los países con sus respectivas banderas, “…born in the USA…”
Y para finalizar con su show, incluyedo salsa, agregó flecos para acompañar sus movimientos.
Versace se hizo cargo de toda una fábrica de cuero en Italia para crear las piezas, en total: más de treinta sastres y costureras estuvieron involucrados en el proceso y tomó miles de horas de trabajo manual.