La joven actriz de 24 años dijo que los inicios de su carrera en Disney fueron los mejores pero también los peores de su vida debido a lo que aprendió y también a los retos que tuvo que enfrentar.
Cameron asegura que ser parte de los proyectos de Disney le permitió experimentar quien era realmente ella, al tiempo que mejoraba sus habilidades y descubría el amor.
Sin embargo, simultáneamente, atravesaba los momentos más difíciles, como la muerte de su padre, problemas alimenticios y de ansiedad por su repentina popularidad a nivel mundial.
A pesar de las adversidades, Dove Cameron es consciente de que lo bueno y lo malo que ha experimentado son justamente lo que la convierten en la persona que es ahora, tanto profesional como en su vida privada.
No todo fue magia, pero parece que fue exactamente como tenía que ser para llevarme a donde estoy ahora y al ser humano en el que me he convertido.