La polémica en la familia real pica y se extiende, ahora la duquesa Sussex apareció en Canadá junto a su hijo Archie, mientras que su esposo, el príncipe Harry se encuentra negociando en Buckingham su salida de la realeza. La protagonista de la serie Suits ya comenzó su vida anónima y ya apareció en un centro de ayuda para mujeres y niños en un barrio humilde de Vancouver.
Maghan abandonó por primera vez su lujosa casa de USD 14 millones donde vive con su pequeño hijo luego de que ella como su esposo renunciaran de forma sorpresiva a sus deberes reales de alto rango la semana pasada. Fue retratada en las últimas horas subiéndose a un hidroavión desde el aeropuerto de Victoria Harbour camino al centro asistencial.
Con información de Infobae
La duquesa de Sussex, de 38 años, visitó un refugio para mujeres situado en uno de los barrios más pobres de Canadá, en el lado este de Vancouver. Fue recibida por una de las mujeres a cargo del centro. La duquesa habló con algunas personas que se le acercaron y en todo momento se mostró muy sonriente. El look que eligió para el encuentro fue totalmente informal con una campera con capucha y una botas para protegerse del frío y la nieve.
El refugio publicó una fotografía en su página de Facebook con Meghan junto a un grupo de ocho mujeres, con la leyenda: «¡Miren con quién tomamos té hoy! La duquesa de Sussex, Meghan Markle, nos visitó para discutir temas que afectan a las mujeres en la comunidad”. El refugio brinda asesoramiento y comida para mujeres y niños necesitados.
Un días después de anunciar sus planes de renunciar a sus deberes reales y buscar ser independientes económicamente, Meghan Markle regresó a Canadá para reunirse con su hijo Archie, a quien dejó al cuidado de una niñera y de su mejor amiga, Jessica Mulroney.
Horas después del encuentro del lunes en Sandringham entre Isabel II, el príncipe Carlos y sus hijos William y Harry se supo que no hubo una comunicación con Markle, de quien en principio se dijo que podría intervenir en la reunión por videoconferencia.
En simultáneo estalló otra crisis alrededor de los Sussex. Thomas Markle, el padre de la duquesa, se está preparado para declarar contra su propia hija en un caso legal por una carta privada. Se espera que sea llamado como testigo clave para la defensa en una de las demandas que la duquesa ha presentado contra el Mail on Sunday.
Markle, de 75 años, ha aportado a los abogados mensajes de texto nunca antes vistos mandados durante la preparación de la boda de Meghan con el príncipe Harry en mayo del 2018 que revelan la ruptura de la relación entre padre e hija. Algunos de esos mensajes fueron presentados por la defensa del diario en el Tribunal Superior de Londres.
Los documentos legales afirman que después de que Markle le enviara un mensaje a su hija diciéndole que no podía asistir a su boda por una cirugía cardíaca de emergencia y le dijeron que no volara por motivos de salud, recibió un mensaje de texto que parecía ser del príncipe en el que lo retaba y acusaba de causar daño a su hija por sus declaraciones a la prensa.
En uno de los sms que dice haberle enviado a su hija puede leerse: “No he hecho nada para lastimarte, Meghan. Siento mucho que mi ataque cardíaco sea… un inconveniente para ti”.
Meghan lanzó su acción legal contra el Mail on Sunday el año pasado después de que publicara extractos de la carta que había enviado a su padre. Thomas Markle entregó la misiva al periódico después de que amigos de la duquesa no identificados le dijeron a la revista People que ella le había escrito en un intento por reparar su relación.
El padre de la ex actriz envió el manuscrito dejando en ridículo la versión de la duquesa, lo que la enfureció. La defensa del periódico alegó que Meghan había permitido “a sabiendas” que sus amigos filtraran detalles de la carta a la revista y que de esta forma ella había ayudado a violar su propia privacidad.
Por otro lado, William y Kate Midletton reaparecieron por primera vez desde que estalló la crisis real en centro comunitario en Bradford.
Por su parte, Harry comparecerá el jueves en el Palacio de Buckingham frente a la prensa mundial mientras participa en el sorteo oficial de la Copa Mundial de la Liga de Rugby, que se realizará en el Reino Unido el próximo año. Será su último compromiso como miembro de alto rango de la familia real, y podría ser el último en nombre de la reina si su deseo de tener deberes ocasionales en su nombre prospera.