Esta semana, la justicia peruana emitió una orden de captura en contra de la modelo venezolana Jimena Araya, mejor conocida como «Rosita», por su presunto vínculo con alias “Catire”, excabecilla del “Tren de Aragua” y quien fue detenido en Lima cuando se disponía a robar un banco.
Asimismo, se le acusa de evasión de impuestos ya que entró al país en calidad de turista, sin embargo, se supo que realizó varias presentaciones. Según el portal Trome, la modelo salió el pasado 29 de agosto por la frontera con Ecuador «porque sabía que la policía estaba sobre ella».
Una fuente de migración indicó que, pese a tener una orden de detención “la policía necesita interrogarla para que dé información sobre algunos hechos”, agregando que “la próxima vez que «Rosita» entre a Perú, se activará una alerta y será retenida hasta que pague la multa”.
«Rosita» habría utilizado un pasaporte chileno al momento de ingresar a Lima. En los últimos meses, ha registrado 8 ingresos a ese país. “Estaría ingresando al Perú sin la visa correspondiente y también tendría responsabilidad ante Sunat por evasión de impuestos, intereses y multas”, indicó un abogado.
Esta no sería la primera vez que Jimena Araya, también conocida como la «dama del hampa en Venezuela», es vinculada con hombres ligados a la delincuencia organizada. Ella decidió moverse entre los elogios de sus fanáticos y las turbulentas aguas del delito. Le ha tocado enfrentarse a la justicia, vestirse de luto y llorar la sangrienta muerte de sus novios.
El comienzo de la tragedia
Sus pasos por el delito iniciaron el 30 de agosto de 2012, cuando se vio envuelta en la fuga de la cárcel de Tocorón, en Aragua, de uno de sus compañeros sentimentales, Héctor Guerrero Flores, alias “El Niño Guerrero”, cabecilla de una banda de sicarios, también pram de Tocorón. Lo recapturaron un año después.
Por este caso «Rosita» fue señalada por la policía científica, por los cargos de encubrimiento y fuga de un detenido en grado de cooperador. Además la vincularon con una red de explotación sexual que operaba en los centros penitenciarios. Trascendió, por fuentes policiales, que la mujer entraba y salía para visitar a su pareja durante el tiempo que estuvo internado.
Después de esconderse de la ley durante dos meses, fue capturada el 29 de octubre de 2012, en Valencia, cuando compraba un tinte para el cabello; el 7 de noviembre de ese mismo año fue puesta en libertad bajo régimen de presentación. Salió de la cárcel cargada en brazos del, para la fecha, vicepresidente de Podemos, Gerson Pérez.
Cuando pasaba el trago amargo de estar en prisión, Jimena recibe la primera estocada al corazón. Su novio, el exreo Luiding Ochoa, alias “Cara e’ Muerto”, fue asesinado el 8 de agosto de 2014 por un delincuente que le disparó para robarle la moto en Maracay. A “Cara e’ Muerto” lo conoció en el set de grabación de la serie Cárcel o Infierno, de la cual él era el creador y actor.
Atracción por lo criminal
Según la psicología, “Rosita” tiene la patología de la enclitofilia, que es la atracción que sienten las mujeres por los asesinos y criminales.La médico psiquiatra Mónica Mosquera analiza: “A las mujeres con esta patología les gusta el peligro, lo disfrutan y buscan protección por parte de los delincuentes”, explica.
“Dios, dame fuerzas para soportar esto, mi bebé, ayúdame. Me bajo del avión y pienso que estás aquí afuera buscándome”, escribió en esa ocasión, en su cuenta de Twitter. Araya lloró su muerte y hasta se le vio cargando el ataúd.
Después de volver a desaparecer del espectáculo, regresó en enero de 2015 como DJ; y a mediados de ese año recibió otra fuerte noticia. Su novio Carlos Breaker, otro criminal, fue hallado el pasado 18 de junio descuartizado, en El Junquito.
La actriz no lo confirmó ni lo negó, pero se alejó de las cámaras. “Estaré unos días ausente de mis redes sociales. Por motivos familiares. Gracias a todos”, escribió en su Instagram.
De vuelta a los medios
Justo cuando se pensaba que solo quedaban los recuerdos de los titulares que la involucraban con fiestas en cárceles o en polémicas relaciones con pranes. Jimena Araya vuelve a acaparar la portada de los periódicos por huir de la policía.
Antes de eso, Rosita disfrutaba de una tranquila vida fuera de Venezuela, con un juicio pendiente en su contra por la fuga de “El Niño Guerrero”., salió del país a EEUU, donde trabajó como DJ. Siguió con sus trabajos como modelo y conservó su escultural figura.
Se mudó a México y trabajó en Televisa Deportes en un programa de fútbol y también tuvo una participación en la serie La cantina del Tunco Maclovich, mientras seguía viajando por Latinoamérica para promocionar su carrera y moverse entre las redes delictivas, alejándose de lo que un día fue: una vedette de televisión.
Con información de Diario Panorama