Las abejas cumplen un rol fundamental e insustituible en el mundo, pues su labor consiste en la polinización, que no es más que el proceso de transferencia del polen desde los estambres, hasta el estigma o parte receptiva de las flores en las angiospermas, donde germina y fecunda los óvulos de la flor, haciendo posible la producción de semillas y frutos.
Es por ellas, que hay actividad agrícola, al tiempo que se alimentan del néctar de las flores, van transportando semillas de las que posteriormente crecen las plantas y sucesivamente del cual se alimentan algunos hervíboros.
Es por ello que La Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) dice que hay 100 especies de cultivos que proporcionan el 90% de los alimentos en todo el mundo, y 71 de ellos se polinizan con las abejas.
La cadena alimentaria tiene un perfecto ciclo, gracias a la sabia naturaleza. Sin abejas la actividad agrícola podría desaparecer, lo que consecuentemente traería consigo la muerte de los animales y la humanidad.
Albert Einstein decía “Al hombre sólo le quedarían cuatro años de vida. Sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres”.
Que no te queden dudas, piénsalo bien antes de matar a una de ellas, pues al mismo tiempo estás atentando contra tu vida.