Para R. Kelly la cosa sigue poniéndose la cosa en color de hormiga desde que su carrera se vino pico abajo con las constantes denuncias por acoso sexual. Ahora, el famoso rapero estadounidense se le suma una nueva denuncia por este mismo delito.
Un tribunal de Minnesota ha acusado este lunes al interprete de «I believe i can fly» de haber pagado supuestamente en 2001 a una adolescente para tener sexo. Según indicaron algunos medios locales.
Con información de Pulzo
Los nuevos cargos contra el músico llegan unas semanas después de que fuera detenido en Chicago y trasladado a Nueva York, ya que está acusado en ambas ciudades de abusar de una docena de víctimas desde la década de 1990.
Además, los fiscales de ese caso creen que se aprovechó de “muchas más” menores que aún no han sido identificadas.
En concreto, la nueva acusación en Minesota se debe a que Kelly ofreció, supuestamente, 200 dólares a una adolescente de 16 años que se le acercó a pedir un autógrafo.
Por el pago de esa cifra, Kelly indicó a la joven que mantendrían relaciones sexuales, según el fiscal del condado de Hennepin (cerca de la ciudad de Minneapolis), Mike Freeman.
En este nuevo caso la fiscalía acusa al rapero de fomentar la prostitución con menores de 18 años y de presionar a la joven con dinero para recibir servicios sexuales.
Al parecer, aunque hubo contacto entre Kelly y la adolescente finalmente no hubo una práctica sexual, de acuerdo con las declaraciones del abogado recogidas por el medio especializado Variety.
Tras el anuncio de la acusación, el abogado del rapero, Steve Greenberg tuiteó: “Denme un descanso. Esto supera lo absurdo”.
La semana pasada, Robert Sylvester Kelly -nombre real del cantante- fue llevado ante una corte federal de Brooklyn, donde se declaró no culpable de cinco cargos de abuso sexual a menores.
El juez decidió negarle la salida de la prisión bajo fianza, una decisión idéntica a la tomada por un juez de Chicago (Illinois), donde R. Kelly afronta cargos similares y estuvo retenido hasta que fue trasladado a Nueva York en avión.
Según el texto de la acusación en Nueva York, Kelly era el líder de un grupo de mánagers, guardaespaldas, conductores y asistentes que, a cambio de beneficios personales y financieros, reclutaba a mujeres y niñas para que realizaran “actividades sexuales ilegales” con él.
Estas personas, que “no toleraban la discrepancia” y “aislaban” de su familia a las supuestas víctimas para que fueran “dependientes” de Kelly financieramente, se encargaban de facilitarle las relaciones sin revelar que tenía una enfermedad de transmisión sexual, y producían pornografía infantil.