La Fase 3 de Marvel culminó con broche de oro con de Spider-Man : Far Frome Home y aunque el desenlace de esta película sorprendió a muchos de los fanáticos al revelar la identidad del héroe arácnido, su fina pudo haber sido distinto.
La secuela de Homecoming, protagonizada por Tom Holland y dirigida por Jon Watts lleva recaudados más de 600 millones de dólares en todo el mundo y su final ha supuesto un giro en la historia de Peter Parker.
La primera escena postcréditos revela que Quentin Beck/Mysterio (Jake Gyllenhaal) se guardó un as bajo la manga tras su muerte: un vídeo en el que deja a Spider-Man como el culpable del ataque de los Elementales, en el que lo convierte en su asesino y en el que revela su identidad. Otra de las sorpresas del momento es la aparición de J.K. Simmons como J. Jonah Jameson, el director del Daily Bugle, dando la noticia. La revelación de la identidad del superhéroe siempre fue parte del plan del equipo de la película, pero en un principio iba a ser de forma diferente.
«Nos preguntábamos: ‘¿Vamos todo lo profundo que necesitamos ir al final de la película?», comienza el guionista Chris McKenna. «Jugamos con la idea de que Peter sacrificase su identidad por necesidad durante la batalla final. Luego nos pareció más interesante que Mysterio le engañase para hacerlo. Pero cada vez que escribíamos una versión en la que revelaba al mundo su identidad durante esa batalla, parecía mermar la victoria. Así que, antes de que se convirtiese en una etiqueta, tenía que ser al final de la película: Justo cuando siente que ha progresado como Spider-Man, le quitan la confianza de nuevo», concluye.
La idea de que el mundo conozca la identidad de Spider-Man sitúa al superhéroe en un nuevo panorama de cara a futuras aventuras. No solo porque ahora todos saben quién es Peter Parker, también porque el video de Mysterio convierte al Trepamuros en todo lo contrario a un héroe. «Debatimos sobre si deberíamos revelar quién es Spider-Man o si deberíamos incriminarle por algo y convertirle en un paria», explica el también guionista Erik Sommers. «Al final, decidimos que había que ir por ambos caminos. Es un gran triunfo al final porque está con la chica y se columpia por la ciudad, así que queríamos hacerle caer tanto como fuese posible», concluye.