Ella ya era una estrella porno pero quería convertirse en una muñeca sexual, así que gastó más de 500 mil dólares (9 millones 644 mil pesos) en cirugías que transformaron su cuerpo, labios, y nariz en toda una máquina de sexo.
‘Barbie Morena’, como se hace llamar, ahora ofrece a sus clientes experiencias inolvidables que ninguna muñeca sexual es capaz porque no tiene vida.
«A través de mis mejoras, ofrezco a mis amantes algo que trasciende lo humano, mejor que cualquier robot sexual o la mayoría de las otras mujeres. Soy la mejor de ambos mundos: una muñeca sexual viva», explica.
Sin embargo, la ‘pornstar’ aún no está convencida de su apariencia y planea someterse a más operaciones con el fin de ser la reina del burdel en el que trabaja, ubicado en Las Vegas.
«Estoy construida literalmente para el sexo. En nuestra era moderna de realidad virtual, teledildónica y robots sexuales, los compradores de sexo buscan constantemente una experiencia más única que yo sí puedo darles», cuenta.