Beata Bienias, de Corsham (Inglaterra), soñaba con tener hijos, pero casi pierde la esperanza debido a unos problemas de salud causados por el sobrepeso.
La mujer llegó a pesar casi 108 kilos, y en 6 meses bajó 31 para intentar concebir un hijo. Poco después, ella se sometió a un tratamiento de inseminación artificial con el que quedó embarazada, informó Daily Mail.
El medio indicó que días antes de enterarse de esa noticia, Beata ya había quedado embarazada de forma natural (y de gemelos); sin embargo, ella no lo supo sino hasta cuando los médicos se lo informaron.
La mujer manifestó que si bien en la clínica de fertilidad les dijeron a ella y a su esposo que debían evitar las relaciones sexuales durante los 4 días antes del tratamiento, todo parece indicar que no siguieron las instrucciones.
De esta manera, Beata dio a luz el pasado 13 de diciembre a la pequeña Amelia y a los gemelos Matylda y Borys. Los 3 nacieron a las 34 semanas de concebidos (ocho meses y medio), según el portal.
Emma Cannon, experta en fertilidad, indicó que en sus 25 años de experiencia solo ha encontrado una o 2 mujeres que han quedado embarazadas de forma natural mientras se sometían a un tratamiento de inseminación artificial. En esos casos, las mujeres prefirieron suspender el tratamiento, así que, para ella, la historia de Beata es única.
«Sé que hay mucho que no entendemos y que los milagros ocurren. Le deseo a Beata lo mejor con sus tres pequeños milagros», añadió Emma.
Sobre el embarazo, Beata manifestó que aunque se sintió nerviosa al enterarse de que esperaba trillizos, al final lo disfrutó, sobre todo por los cuidados que recibió de su esposo y de los médicos. “Estoy tan feliz”, concluyó la mujer.