En días recientes, Pamela Anderson reveló en una entrevista con el programa australiano 60 minutos que no es partidaria del movimiento feminista #MeToo, afirmando que ha ido «demasiado lejos».
«Creo que paraliza a los hombres, creo que este movimiento #MeToo es demasiado para mí. Lo siento, probablemente me maten por decir eso», comentó la estrella.
En sus declaraciones, Anderson mencionó las acusaciones contra Harvey Weinstein y dijo que era de «sentido común evitar ese tipo de ‘reuniones de negocios'», haciendo referencia a las declaraciones de las actrices que denunciaron que el productor las engañaba con promesas de un posible trabajo para acosarlas en hoteles.
«Mi madre me enseñó a no ir a un hotel con un extraño. Si alguien abre la puerta con una bata de baño y se supone que es una reunión de negocios, tal vez debería ir con alguien más», dijo. «Voy a decir lo que pienso. Lo siento, no soy políticamente correcta».
No es la primera vez que la ahora activista critica a las mujeres que denunciaron abusos sexuales, a pesar de que ella misma fue una de las víctimas de Weinstein, quien la incitó a «agradecerle la oportunidad» que le dio al ofrecerle un papel . «Si no haces esto, nunca volverás a trabajar en esta ciudad», le habría dicho.
Además, Pamela Anderson fue víctima de abusos en su niñez, debido a que fue agredida sexualmente por una niñera cuando era pequeña y por un hombre que la violó.