A más de uno se le ‘agüó el guarapo’ con su súplica. «Desde que vi la convocatoria me sentí entusiasmada para entrar al concurso, sin embargo una de las exigencias me preocupó. Estuve esperando el momento correcto para confersales que yo soy madre de una hermosa niña. Yo soy una estrella y nací para brillar, no quisiera que mi realidad sea un impedimento para avanzar, ¿Si en España una transgénero logró representar a su país en el Miss Universo, porque no podría una madre tener un chance?», inquirió a voz quebrada Tibisay Méndez, aspirante de 24 años caraqueña.
La revelación desestabilizó al jurado, al punto que María José Brito, Miss Carabobo 2015 y profesora adjunta de pasarela, descendió del presidio para darle un abrazo y palabras de aliento.
Méndez no solo abandonó sus humildes aposentos en la capital para valerse un pase, sino que también luchó contra el clima y los embates del traslado. Salió temprano del terminal de La Bandera en un colectivo, en su equipaje nada más llevaba el cambio para la evaluación de los jueces. A su arribo al Big Low Center de Valencia fue recibida por un fuerte agüacero, pero determinada a cumplir con la cita se cambió el baño de un Arturo’s. Vestida de crema y oro llegó empapada hasta el hotel Hesperia World Trade Center, donde optuvo el número 42.
Con la verdad como escudo y la esperanza de conmover a Osmel Sousa, la joven aspirante fue citada para el casting oficial a realizarse el próximo martes 21 de agosto. Su destino ahora pende de sus talentos y de la benia del ‘Zar de la Belleza’.
¿Carisma mata belleza?
»¿Con qué talento enamorarás al señor Osmel?», fue la frase recurrente. El salmo descuadró a más de una precandidata, quienes víctimas de los nervios apelaron al pole dancing y la cocina como su último recurso.
Queda claro que ser bella no será suficiente. De las 50 aspirantes que concurrieron solo destacaron aquellas que tenían una virtud adicional a su bella estampa. Cantantes, bailarinas de danzas tradicionalistas y ballet, animadoras y actrices nóveles fueron el centro del cotilleo. Tras casi cuatro horas de audición un puñado de jóvenes se robaron el show.
Las actuaciones memorables fueron ampliamente discutidas entre pasillos. Una «Alicia Machado» porteña deslumbró con un monólogo improvisado que robó lágrimas al jurado y dejó en frío los demás presentes. Asimismo una cantautora aragüeña fue bañada en aplausos al interpretar un tema inédito al compás de su guitarra.
Varias de las postulantes eran fóraneas. Ante la incertirumbre sobre el futuro de la franquicia de El Concurso Aragua, tras la desaparición forzosa de Sergio Duarte, muchas chicas se concentraron en la edición Carabobo. Inclusive varias jóvenes de la academia y agencia de modelaje de Katty Pulido acudieron al primer llamado.
Por Cristhopher Borrero | @CristhopherBB