Tras la eliminación de Portugal ante Uruguay en los octavos de final del Mundial Rusia 2018, Cristiano Ronaldo se fue de vacaciones. ¿El destino? La paradisíaca península del Peloponeso en Grecia. Allí, CR7 y toda su familia se hospedaron en el lujoso Hotel Costa Navarino, un exclusivo complejo que separó a 10 de sus empleados para que se dediquen a atender todas las necesidades del goleador durante su estadía. Generoso, el crack agradeció el buen trato con una gigante propina.
Mientras en Turín y Madrid se cerraba su ya famosa salida del Real Madrid y su arribo a la Juventus, Cristiano -acompañado por su familia y algunos amigos- ocupaba una lujosa estancia del hotel cerrada para él.
El lugar donde el portugués descansó cuenta con una casa de 630 metros cuadrados, una piscina, jacuzzi, spa, un equipo de fitness, mayordomo (varios) 24 horas y su propia playa privada.
Según cuenta el medio español El Mundo: esto tiene un precio de hasta los 8.000 euros por noche. Parece que Ronaldo quedó maravillado con el lugar y tuvo unas buenas vacaciones porque al finalizar su viaje dejó una propina de 20.000 euros para los 10 empleados del hotel que lo atendieron.
Una módica suma para el jugador…