Morgan Freeman fue acusado por dieciséis mujeres de haber tenido comportamientos inapropiados hacia ellas; ocho de ellas afirmaron ser acosadas y abusadas sexualmente por el intérprete. La investigación de CNN comenzó luego de que una periodista de ese medio, embarazada de seis meses por ese entonces, sufriera comentarios sexualmente explícitos por parte del actor durante una entrevista televisiva que le realizaba en ocasión del estreno de una película.
Entre las denunciantes de Freeman se encuentra además una asistente de producción que en 2015 de su película Un golpe con estilo. Meses después empezó a ser acosada por el actor, quien, según reveló la joven, la toqueteó e hizo reiterados comentarios sobre su figura y su manera de vestir.
Además, Freeman se habría frotado contra el cuerpo de la asistente e incluso habría tratado de levantarle la falda para ver si llevaba ropa interior. El acoso siguió hasta que Alan Arkin, compañero de elenco en ese film, le dijo a Morgan que no lo hiciera más. «Se asustó y no supo qué decir», contó la joven a CNN.
Otra de las víctimas fue una mujer que fue parte del equipo de producción de Nada es lo que parece, en 2012, dijo a la cadena noticiosa que Freeman la había acosado sexualmente a ella y a su asistente en numerosas ocasiones, y que era frecuente que hiciera comentarios públicos sobre sus físicos.
Las entrevistadas admitieron que no hablaron antes porque tenían miedo de perder su trabajo. Y que empezaron a tomar actitudes personales para evitar el acoso, como cambiar la forma de vestirse cuando sabían que el actor iba a estar cerca de ellas.