Meghan Markle sorprendió a todo el mundo durante su llegada a la capilla de St. George el día de su boda con el príncipe Harry. Se esperaba que la ya Duquesa de Sussex luciera un vestido de novia firmado por la firma británica Ralph & Russo, pero nada más bajarse del coche se anunciaba que el vestido con escote barco que llevaba era un diseño de Clare Waight Keller, actual directora creativa de Givenchy.
A pesar de que sí se sabía que Meghan Markle iba a ponerse un segundo vestido, también era completamente secreto la marca que lo firmaría. Por eso sorprendió nuevamente cuando salió del Castillo de Windsor acompañada de su ya marido el príncipe Harry. Meghan Markle había escogido a la diseñadora Stella McCartney como autora de su segundo vestido de novia.
El segundo vestido de novia de Meghan Markle era un diseño igual de sencillo que el primero, pero precisamente fue ese minimalismo el que nos terminó de conquistar el día de la boda real. En esta ocasión Meghan cambió el escote barco por el cuello halter, optó líneas puras y algo de cola. La ex actriz escogió unos salones en color blanco de Aquazzura como calzado.
Aunque nos encantó el segundo vestido de Meghan Markle, no es lo que más nos gustó de este impresionante look. Tenemos que reconocer que lloramos un poquito cuando supimos que llevaba puesto uno de los anillos de Lady Di, ya que se dice que se lo regaló el príncipe Harry como regalo de boda.
Con información de Elle