La Gala Met se ha convertido en el evento más importante del mundo de la moda donde famosos del cine, el diseño o la música se unen para celebrar el arte con un fin benéfico. En cada edición, los organizadores de la gala, entre los que se encuentra Anna Wintour, determinan una temática que se debe reflejar en las prendas de los estilismos de los invitados, reseñó La Vanguardia.
El próximo lunes 7 de mayo el Costume Institute del Museo Metropolitano de Nueva York acogerá la nueva edición que apunta a convertirse en la más polémica. Bajo el lema de ‘Cuerpos celestiales, moda e imaginario católico’, la gala revisará la influencia de la religión en el mundo de la moda. Hasta entonces ya existe una larga lista de estilismos que, lejos de pasar desapercibidos, se han convertido en noticia por su extravagante diseño o por no guardar ninguna conexión con la temática elegida.
Durante la pasada edición de 2017 Rihanna lució el vestido más comentado y criticado por la prensa y las redes sociales. Se trataba de un diseño que jugaba con la superposición de pequeñas capas de ropa de forma asimétrica y sin seguir un patrón establecido. Pero la verdad es que fue uno de los grandes aciertos de la noche y se convirtió en una de las pocas invitadas en representar la temática, que homenajeaba a la diseñadora Rei Kawakubo.
La particular visión de la diseñadora sobre la moda durante sus años al frente de Comme des Garçons influenció el esotérico estilismo rojo de Katy Perry, la superposición de capas y el juego de volúmenes del vestido de Michèle Lami, el vestido acolchado de Solange Knowles o el mono de Helen Lasichanh.
Aunque el protocolo establezca que los invitados deben influenciarse de la temática para crear sus vestidos y trajes, durante la gala de 2017 muchos eligieron estilismos que no guardaban ningún nexo con Kawakubo. Madonna se decantó por un vestido con estampado de camuflaje y arneses alrededor de su cuerpo que desentonaba con el resto de invitados. Otros looks que llamaron la atención fueron el mono con transparencias de Bella Hadid, el pelo plateado de Cara Delevingne o el traje con líneas simétricas de Sean Combs.
