Cuando viajamos solemos buscar las formas de ahorrar dinero en alojamiento por lo que algunos se quedan en residencias de familiares o conocidos. Sin embargo, Anthony Botta, un belga de 25 años, tiene una forma particular de ahorrar sus euros.
El joven le dio el mayor provecho posible a la aplicación Tinder, la cual se encarga de conectar a dos personas que se encuentren cerca o tengan aspectos en común para tener una cita. Por medio de Tinder Plus, Botta buscaba antes de llegar a su destino a sus posibles coincidencias.
Luego de obtener a las posibles candidatas les escribía: «eres mi primer match» para obtener una pronta respuesta. Procedía a enviarles un video explicando su aventura y luego les preguntaba ¿quieres ser mi anfitriona? Confirmó que en la mayoría de los casos le decían que no era posible, pero perseveró y logró encontrar a 21 anfitrionas a quienes les encantó la idea.
«Con la mayoría me quedaba solo una noche, pero si me gustaba mucho y había química me instalaba durante una semana… Al final es como una cita normal, a veces terminas en la cama y otras veces no. Si no hace clic, y la magia no surge, siempre queda el sofá» afirmó Botta.
Hasta la fecha, el joven que se hace llamar tinder-surfing ha visitado 20 ciudades en ocho países diferentes: Bélgica, Holanda, Alemania, Austria, Eslovaquia, Hungría, República Checa y Polonia.