Gemma Nuttall estaba embarazada cuando le fue diagnosticado un cáncer agresivo de ovario. Los médicos le dijeron que, si quería sobrevivir, era necesario que se sometiera a un tratamiento de quimioterapia, aunque eso le haría perder a su bebé. Gemma lo rechazó: “Ella me salvó la vida, ella fue la razón por la que se descubrió mi cáncer. Sentí que tenía que devolver el favor”, explica.
A las 26 semanas de embarazo nacía Penélope. Pero para entonces el cáncer se había extendido al cuello uterino, por lo que la vida de Gemma estaba en serio peligro. Con tan solo 29 años, a la nueva mamá le dieron entre seis o nueve meses de vida y le trasladaron a cuidados paliativos.
Una vez más, Gemma no se dio por vencida y buscó alternativas al crudo diagnóstico, hasta dar con “una clínica de maravilla” en Alemania, donde se sometió a un tratamiento de inmunoterapia, que costaba 300.000 dólares. Con la ayuda de su madre, Gemma inició un pequeño crowfunding en Internet, con el objetivo de recaudar el dinero necesario. Fue así como Kate Winslet y Leonardo DiCaprio se enteraron de la historia.
Los de Hollywood se volcaron en su causa, y decidieron cubrirle el tratamiento. Cinco meses después, Gemma ha anunciado que por fin se ha librado del cáncer, por lo que ha querido dar las gracias a sus donantes.
“No puedo agradecer lo suficiente a Kate y Leo. Sin sus donaciones y el público, mi historia sería muy diferente. Pensamos que se trataba de una broma, pero luego llamó y me di cuenta de que hablaba en serio”, ha dicho Gemma al diario británico Daily Mirror. Por su parte, Kate Winslet ha declarado que: “El mayor privilegio ha sido aprender a usar mi voz para ayudar a los demás. Defender a las personas que no tienen los medios para defenderse”.
El mayor privilegio ha sido aprender a usar mi voz para ayudar a los demás. Defender a las personas que no tienen los medios para defenderse”