Alguna vez has imaginado una Venezuela en el futuro, pues Nixon Piñango sí lo ha hecho y ha presentado esas imágenes, en forma de cuentos, en su más reciente obra: “Antiutopía: crónicas de lo indeseable”.
Este libro, que se enmarca en el género de la ciencia ficción, contiene relatos que, de acuerdo con lo que argumenta su reseña, van “desde el mundano cuento de romance, pasando por las elucubraciones fantásticas del desorden citadino, hasta los tormentosos panoramas distópicos que probablemente nos esperan en el futuro”.
Con una atractiva portada, “Antiutopía: crónicas de lo indeseable”, busca irrumpir con fuerza en un ámbito literario difícil y que se caracteriza por no tocar mucho este tipo de temas. Por eso, Piñango, que además es un reconocido periodista de la fuente de espectáculos y relacionista público de artistas, ha decidido colocar esta obra en su cuenta de Wattpad para que todo aquel que quiera leerla pueda hacerlo sin pagar ninguna cuota monetaria, así como lo hizo con su primer libro publicado, La Cura.
Tuvimos la oportunidad de entrevistar al escritor para conocer más detalles y esto fue lo que nos dijo:
¿Por qué el nombre “Antiutopía: crónicas de lo indeseable”?
La palabra “Antiutopía” quiere decir lo mismo que la palabra “distopía”, sólo que el primero es un vocablo menos utilizado, por eso lo elegí. El subtítulo, por su parte, proviene simplemente viene del mismo concepto de “antiutopía” o “distopía”: si una “utopía” es un mundo ideal, una “antiutopía” es lo contrario, o sea, un mundo indeseable.
¿Tienen estas “Antiutopías” algo de especial?
Sí, el hecho de que no son obvias. Las distopías juveniles, como “Los Juegos del Hambre” o “Divergente”, carecen de algo que las novelas clásicas de ciberpunk sí se preocupaban por presentar, y es esa obnubilación que está en los personajes en buena parte de la historia. Eso es lo que intento rescatar. Me explico… Para los personajes, la parte mala del mundo en el que viven no está a simple vista, y el momento clímax de una historia distópica debería ocurrir cuando estos descubren por primera vez dicha parte mala. He allí el secreto de una buena distopía, no se trata de ver esqueletos de edificios por doquier o un cielo quemado por la contaminación, se trata de sistemas sociales diseñados para engañar al individuo y hacerle creer que su esclavitud es lo mejor a lo que pueden aspirar.
¿Cómo describirías el estilo de “Antiutopía”?
Diría que “conciso”, al grano. Normalmente escribo como periodista, es decir, limitándome a contar las cosas sin muchos rodeos. Soy en esencia un narrador, aunque no negaré que de vez en cuando quiera hacer las veces de poeta y lanzar una que otra metáfora. Siento que en mi primer libro publicado, La Cura, escribí de forma muy barroca y pretenciosa, y luego, cuando fue lo que los lectores más me criticaron, fue que me percaté que eso no es lo que a la larga queda de una obra literaria, sino el mensaje.
Con respecto a esto, considero que escribir bien, es decir, con un buen uso del lenguaje, es simplemente el mecanismo que utiliza el escritor para que el mensaje esté totalmente depurado y se entienda a cabalidad. Para mí, en cuanto al estilo se refiere, los mejores textos son aquellos que uno lee sin tener que detenerse mucho para buscar significados de palabras o descifrar complejísimas formaciones gramaticales.
¿Qué te inspiró para escribir el libro?
El hilo conductor del libro está en una duda constante: ¿Cuáles son los mecanismos que utilizan las personas para conseguir su libertad? La libertad es el elemento que rompe con las distopías, y no es fácil de conseguir. Diría que el libro parte de que ninguno de nosotros es completamente libre si vemos la libertad segmentándola a su vez en diferente contexto de la vida, que pueden ir desde la sociedad, la política y la economía, hasta las relaciones de pareja y la autoestima.
No obstante, el libro es todo un compendio de inspiraciones, pues cada relato es una historia distinta y que al mismo tiempo contiene musas distintas. Hay, por ejemplo, un relato inspirado en lo que los artistas están dispuestos a hacer por conseguir fama y dinero; otro, que habla sobre la prostitución, se inspiró en el tipo de perspectivas de futuro que tiene los jóvenes en un país donde prácticamente todo es económicamente inaccesible; otro relato se inspira en el problema de criminalidad por el que Venezuela atraviesa (problema al que la corrección política llama “inseguridad”); hay uno que se inspira en la insatisfacción y en el hecho de que puede continuar aun cuando prácticamente está todo resuelto.
¿El libro toca el tema de Venezuela?
Sí, y no. No hice “Antiutopía” con la intención de hablar necesariamente del chavismo y del mal que ha supuesto para el mundo entero, aun cuando el tema esté presente durante casi todo el libro. Mi intención ha sido agarrar el tema y torcerlo, manipularlo, crear consecuencias que puede ser que veamos o no en futuros relativamente lejanos, o que no vimos en su momento.
¿Los relatos son todos futuristas?
No. Hay relatos enmarcados en varias fechas, hay un de pasado reciente, como “Apocalipsis ahora no” o como “Tortura, que algo queda”, que se enmarcan en 2000 y 2017, respectivamente. Hay unos atemporales y otros que se enmarcan en futuros próximos, como “El Escuadrón Amarillo”, que se enmarca en 2070, o “El Proyecto Libertador”, que se enmarca en 2092.
¿Hay receptividad con este tipo de temas en Venezuela?
Sinceramente no lo sé, porque tampoco es que haya muchos escritores de ciencia ficción venezolanos que hayan publicado sus obras dentro del país. La mayoría de la literatura que se publica en Venezuela está inspirada en lo que a mí me gusta llamar “costumbrismo del presente”, es decir, hablar siempre de las realidades cotidianas inspirándose siempre en las formas más mundanas de vida. Es decir, el realismo más crudo del nuevo milenio trasladado al papel. A los escritores de aquí les gusta llamarlo “literatura urbana”, pero a mí me gusta hacer esa diferenciación de términos porque mi literatura también es urbana, aunque no siempre es costumbrista.
La literatura de ciencia ficción que se lee en Venezuela suele ser la clásica y best sellers juveniles como los que te comenté anteriormente, “Los Juegos del Hambre”, “Divergente”, ese tipo de cosas…
¿Qué opinas de ese tipo de literatura?
Hay una que es buena y otra que no lo es tanto, como todo. Y en general los libros se miden por lo que ofrecen, no por los temas. Pueden ser buenos en un aspecto, y deficientes en otros. Por ejemplo, si tuviera que hablar de “Los Juegos del Hambre”, me parece que su calidad literaria no es la mejor, pero como historia es muy interesante y entretenida.
¿“Antiutopía” podría tener algún aspecto parecido al de alguno de estos libros?
Puede ser que sí como puede ser que no, al final el lector es el que determina a qué se le parece cada cosa. Yo creo que mi mayor influencia para este libro fue la novela de Bradbury, “Fahrenheit 451”; de hecho, el vínculo con el fuego, y concretamente a la idea de los grados de temperatura a los que se quema el papel, está reflejado en el que, para mí, es el relato más importante en “Antitutopía”, hablo de “El Escuadrón Amarillo”, el cual inspiró además el diseño de la portada.
¿Crees que haya una diferencia sustancial entre tu primer libro, “La Cura”, y “Antiutopía”?
Creo que casi todo es diferente, empezando porque “La Cura” es una novela y “Antiutopía” un libro de cuentos. Pero puede ser que haya una idea constante y es la hostilidad hacia el poder. Yo soy un liberal, no creo en el Estado, y por eso creo que todos mis personajes que fungen como “héroes” o “protagonistas” terminan siendo perseguidos por políticos y grupos de poder.
“Antiutopía” podría resultar un poco incómodo para personas que están acostumbradas al statu quo, a hacer lo que le dicen los políticos, a no cuestionar la institucionalidad vigente, el marco legal que tenemos, etc. Y mucho menos es un libro apto para socialistas (risas). Aunque reconozco que me sentiría bien si algún socialista lo lee y termina al menos con una dudita sobre la ideología que profesa.
¿Quién estuvo a cargo del diseño del libro?
La ilustración y el diseño de la cubierta estuvieron a cargo del artista Samuel Arroyo Schneiderman, de la firma Baba Yaga. También hubo diseños promocionales que estuvieron a cargo de Joshua Bermúdez y un material fotográfico tomado por el lente de Emerson Estanga.
¿Por qué obsequiar “Antiutopía” a través de tu cuenta de Wattpad?
Son varias razones. La primera es que considero que el conocimiento debe ser libre. En segundo lugar, la situación del país complica muchas cosas, como la impresión de libros, que actualmente supone costos astronómicos que ni las editoriales pueden permitirse debido a que luego no recuperan su inversión, y es que la gente prefiere gastar 150.000 en un pote de mantequilla que en un libro.
La cultura es un bien de demanda superior. No prospera en un país donde la gente tiene que pasar todo el día pensando en cómo va a llegar a fin de mes con aunque sea agua en el refrigerador. Aquí ni loco se me ocurriría esperar porque la gente compre mi libro, y por eso prefiero obsequiarlo, también consciente de que su lectura puede servir como un aporte para que esta situación mejore.
También obsequiaste tu primer libro, “La Cura”. ¿Cómo puede vivir un escritor sin vender sus libros?
Algunos colegas puristas del gremio de la literatura me han hecho críticas por esto, y la razón que me dan es que “malacostumbro a la gente” a no pagar por los libros. Pero no toman en cuenta que el negocio del arte es complejísimo… Existe, por ejemplo, el caso de Anna Todd, una escritora estadounidense que se hizo famosa por su novela “After”, publicada de forma gratuita en Wattpad. Esta novela fue tan exitosa que ahora hay todo un negocio en torno a ella, sobre todo muchas empresas editoriales que han traducido y publicado el libro en formato impreso en varios países y han hecho mucho dinero con eso… Es un caso parecido al de “Las 50 Sombras de Grey”.
No estoy diciendo con esto que a “Antiutopía” le vaya a suceder lo mismo que a “After”, eso dependería de muchas cosas que ahora no vienen al caso. A lo que me refiero es que cada producto es un mundo y los negocios tienen sus diferentes formas manejarse. En Wattpad, por ejemplo, hay millones de libros gratuitos de los cuales la mayoría son plagios y “fanfiction” de obras reconocidas; asimismo, en muchas otras páginas web se pueden conseguir libros famosos pirateados y en diferentes formatos de texto, y aun así esto no ha quebrado a las editoriales, más bien las ha hecho entender que el negocio no es sencillo.
¿Dónde se puede encontrar “Antiutopía”?
Está disponible de forma gratuita en mi cuenta de Wattpad, que es una plataforma dedicada especialmente a la publicación de libros. De hecho, tiene una aplicación móvil bastante amigable que, si bien puede descargarse en cualquier smartphone, más que todo se usa en tabletas y Kindle. Mi cuenta de Wattpad es @NixonPiango.
Aunque también, para quienes todavía tienen la nostalgia de lo físico, está la versión impresa que puede adquirir en www.amazon.com. De igual manera, me pueden seguir en mis redes sociales donde estaré publicando los enlaces directos al libro en todas las plataformas en las que esté. Instagram y Twitter como @nixon_pinango y mi fanpage homónima de Facebook.