Hace, exactamente, cuatro años se estrenaba en la cartelera nacional una película que atrapaba desde su particular nombre, inspirado en eso que vociferan los vendedores ambulantes en el Estadio Universitario de Caracas: Papita, maní, tostón, suerte de versión libre y en clave de humor venezolano, de Romeo y Julieta, con la salvedad de que lo que separa a los protagonistas no son sus apellidos sino su fanaticada por los eternos rivales de la pelota: los Leones del Caracas y los Navegantes del Magallanes.
Luis Carlos Hueck, director y coguionista, junto a Alfredo Hueck, de aquella primera parte, quizá no imaginaba que esa simpática idea del argumento se convertiría luego en la película más taquillera del cine nacional, superada sólo por la hollywoodense Titanic, de 1999, y alcanzando un récord que superó a la hasta ese entonces imbatible Homicidio culposo, de 1984.
Tal precedente, hizo al realizador considerar producir la secuela. “Durante la gira de promoción de la parte uno, visitamos muchos lugares donde nos decían si iba a haber una segunda parte. Después de recorrer todo el país y llegar de nuevo a casa les pregunté a los actores si se atreverían hacer una parte dos, a lo que todos afirmaron sin dudarlo. Entonces escribí el guión y con muchas ideas de los mismos actores armamos lo que vamos a poder ver el próximo 15 de diciembre, si Dios quiere”, comenta Hueck.
Así surgió Papita 2da Base, la continuación del idilio entre Julissa y Andrés, pero esta vez contado desde la convivencia del matrimonio y la crianza de un hijo, con rivalidad deportiva incluida, asunto que les permite meterse el uno con el otro, según quien vaya ganando la temporada. Ahora el amor va a aderezado con los experimentos gastronómicos de ella, que incluyen arepas carbonizadas, y la visión de él para los negocios que es sólidamente… fallida. Así, tras días de risas, sudor y lágrimas, un hecho contundente les cambiará la vida a uno de ellos (y también el equipo).
En medio de ese conflicto tragicómico, el público se encontrará con situaciones disparatadas que van desde la batalla de una estricta institutriz (Marcela Girón) contra el grupo de incorregibles amigos de la pareja protagónica; una piñata que se transforma en una escena de lucha libre entre dos mamás que pelean por un juguete para sus hijos; un acto de magia que termina en tragedia, una aventura sexual que termina en la clínica, y un cerdito con personalidad de perro que hace de las suyas.
“Cuando leí el guión de Luis Carlos solo pensé ‘la vamos a pasar increíble y Venezuela necesita reír’, comenta Juliette Pardau sobre el filme. “Desde el primer día quisimos que Andrés y Julissa fuesen una pareja muy chévere, pero sobre todo muy real, que la gente se sintiera identificada con sus alegrías y desdichas. Y mucho de eso se ha logrado, claramente, teniendo en cuenta experiencias personales de nosotros los actores. De manera que aquí todos hemos tenido algo que aportar (risas). Creo que Papita 2da Base, especialmente esta secuela, es una analogía de lo que vive nuestro país de un tiempo para acá: un constante nuevo comienzo. Por eso, en estos tiempos tan difíciles, no hay mayor aporte de la película que recordarnos la alegría de ser venezolanos y, especialmente, que somos más que eso que leemos en redes sociales”.
Por su parte, Jean Pierre Agostini menciona su entusiasmo por el estreno. “Creo que Papita 2da Base es una fiel representación de quiénes somos realmente los venezolanos: gente buena que lucha por hacer de cada día un mejor día, a pesar de las adversidades tan grandes, como las del contexto actual.
Aguantar la risa fue uno de los mayores retos tanto para el director como para el elenco. “Estuvimos en el estadio en un juego real de Magallanes contra La Guaira, porque no nos dio tiempo de ir a un Caracas – Magallanes. Sin embargo, pudimos plasmar la samba de los tiburones de la Guaira y fue una experiencia única e irrepetible, no sólo por la buena vibra del estadio sino porque, además, todo el mundo reconocía a los protagonistas de la película y los llamaban por los nombres de sus personajes”, agrega Luis Carlos Hueck.
Los primeros actores Miguel Ángel Landa y José Roberto Díaz repiten como el abuelo caraquista y el señor Vicente Gallanes, respectivamente, junto a figuras de las tablas venezolanas que también estuvieron en la primera parte, como los hilarantes Vicente Peña en el rol de “Edualdo muelde el Muslo”, Juan Andrés Belgrave como “El mago Felipe”, Ana Terrero como “Chachi”, Vantroy Sánchez como Ricardo, Antonieta Colón como Tita, Eduardo Gulino como Leonel, y Salvador Villegas como Tito. A todos se les suma, con una participación especial, la cantante Kiara. Papita 2da Base, será una nueva cita del público venezolano con un partido que apuesta a Venezuela como equipo ganador, llena de reflexión a partir de la risa y de reconciliación con esta tierra de gracia.