Juega a cazar monstruos entre dos realidades en la serie Stranger Things(el éxito de ambientación ochentera de Netflix, que estrena su segunda temporada el 27 de octubre), donde encarna a Once, una niña con poderes mentales que ayuda a una pandilla de chavales de Indiana a liberar a su amigo de una criatura salida del Mundo del Revés. Pero en el real se llama Millie Bobby Brown, tiene 13 años y parece llevar toda la vida en esta industria. Española de cuna (nació en Marbella), británica de familia y estadounidense de crianza, esta pequeña lumbrera desprende una energía contagiosa que quiere compartir.
Se ha convertido en icono de moda –ha ocupado la primera fila en el desfile de Coach 1941 y posado para la campaña de Calvin Klein By Appointment, de Raf Simons–; y también en modelo de activismo y empoderamiento (acaba de abrir la cuenta de Twitter @milliestophatepara luchar contra el bullying). Es el mejor ejemplo del poder –y la actitud– de los jóvenes en Hollywood.
Los premios del Sindicato de Actores reconocieron al elenco de Stranger Things como el mejor reparto en una serie dramática. Y ha sido nominada al Emmy como mejor actriz de reparto de drama. ¿Cómo se vive un éxito de esta envergadura siendo tan joven?
Toda mi vida está del revés, pero no puedo dejar de sentirme agradecida, incluso por haber perdido lo que llaman una infancia normal. ¿Te imaginas lo que significa verme rodeada de mujeres tan maravillosas y con tanto poder en la industria? Trabajo con Winona Ryder, que me entiende y también fue actriz desde muy joven… Es mi segunda madre, con quien siempre puedo hablar porque sabe lo que necesito.
¿Cómo le ha cambiado la vida el éxito de Stranger Things?
No me gusta pensar que haya sido para tanto… Vale que estoy más liada y mi vida parece un caos, pero es increíble. No me acabo de creer el viaje en el que me he metido ni imagino qué habría hecho sin la serie.
Seguramente de todo, salvo cazar monstruos en el Mundo del Revés.
¿A quién no le gustaría cazar monstruos? Yo tengo la suerte de hacerlo porque mi profesión me lo permite. Lo paso genial interpretando lo que escriben los hermanos Duffer en esta mágica historia.
La historia será mágica, pero la realidad a veces es aún más extraña. ¿Resulta difícil acostumbrarse a los selfies, a los fans?
¡Es un shock! Hasta que se estrenó la serie tenía 24 seguidores en Instagram. Tres meses más tarde eran 2 millones. Es un gran cambio.
¿Fue ese el momento más surrealista de su carrera?
Lo más fuerte fue el día que conocí a Leonardo DiCaprio y me dijo que le gustaba la serie. Fue una conversación de actor a actor. Y yo como si nada, cuando era lo más raro que me había pasado en la vida. ¡Llevo viendo sus películas desde que era una niña! Titanic y todas ésas.
¿Cómo le cuenta eso a sus amigos sin sonar pedante?
Llevo cuatro años sin ir al colegio, estudio en casa. Así que no tengo amigos, y eso no tiene nada de malo. Al revés, mis colegas están el en set y no necesito a nadie más. Trabajar con ellos es un privilegio.
Pero también surgirán problemas, ¿no?
Solo en lo que se refiere a aguantarse la risa. Me he ganado alguna bronca porque cuanto más serios tenemos que estar más nos reímos.
¿Qué le gusta de la década de los 80, en la que se inspira la serie?
No me gustan la ropa y los cortes de pelo. Pero me encanta que no hubiera móviles. En la actualidad todo son peligros, ya no tenemos esa libertad de movimiento de la que hablan mis padres y vemos en la serie, donde los chavales van solos en bici a todas partes. / Con información de elpais.com