Desde hace meses, Kerly Ruiz e Irrael han acaparado un sinfín de titulares en las páginas de entretenimiento de diversos medios de comunicación. Sin embargo, la popularidad que han generado no se debe a sus nuevos proyectos o a su éxito, sino a sus facetas más oscuras.
Siempre fueron una pareja mediática. No es para menos; ella es una de las animadoras más seguidas y él es “el gurú de las redes sociales”. Ambos ya conocían el significado del matrimonio y del divorcio, porque venían de intentos fallidos. Aun así decidieron celebrar su matrimonio un Día de los Enamorados en Florida.
En redes, eran una de las parejas más sólidas de la farándula nacional, a pesar de que los rumores de infidelidad —y de las preferencias sexuales del empresario— siempre los rodeaban, pero todo se calmó desde que Kerly anunció que estaba embarazada. Un bebé siempre es una bendición, y sí existía algún problema entre ellos, tenían un nuevo motivo para solucionarlo todo: Gail Gómez.
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No obstante, el amor terminó y la separación fue inminente, a pesar del esfuerzo que ambos pusieron para ocultarlo durante meses. El especialista en marketing le “agradeció” por el tiempo compartido y aseguró que era “una madre increíble y una mujer maravillosa”, pero lo peor estaba por venir.
Pruebas de infidelidad por parte de Irrael empezaron a salir a la luz pública luego de hackear su Instagram. No con una sino con varias mujeres, entre ellas la modelo María José Suárez y la bailarina Magga Bracoviche, a quien catalogó como la mujer de su vida.
Como respuesta, Kerly consiguió una nueva pareja, el abogado Ernesto Montoya, quien tiene un largo historial “rojo rojito”. Es “fiel seguidor del presidente obrero”, miembro de diferentes colectivos de la parroquia 23 de enero y amigo de la jueza Susana Barreiros, recordada por haber condenado a Leopoldo López.
Luego empezaron a disputarse por la paternidad de Gail, debido a que Montoya aseguró que la pequeña era otra hija para él, pero Irrael le respondió claramente y aprovechó para burlarse de su posición política: “Camarada, el papá de Gail soy yo, y de eso no te quede la menor duda”.
Pero su revancha no quedaría ahí. El “gurú” utilizó sus excelentes relaciones con el político que “asesina a la gente viva” y mete preso a Raquel y todo aquel que le provoque, para darle un susto y retenerlo desde el martes 26 de septiembre hasta el domingo 1 de octubre en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) por enriquecimiento ilícito, —en criollo ladrón —, como lo informó en exclusiva la redacción de El Farandi.
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Kerly intentó calmar las aguas publicando, con la opción de los comentarios desactivados, una fotografía vieja en la que estaban “comiendito”, por órdenes de los colectivos de 23 de enero, para mantener bajo perfil el arresto mientras una mano peluda metía la mano para que lo dejaran libre nuevamente y celebrara el segundo cumpleaños de su pequeño Juan Diego, capturando el momento y compartiéndolo con los seguidores de su perfil privado de Instagram, en el que no hay ni rastros de su relación con la animadora de Portada’s.
La señora tramoya
