La imagen de Omran Daqneesh, un niño sirio que lloraba ensangrentado y lleno de polvo en la parte trasera de una ambulancia, dio la vuelta al mundo el pasado mes de agosto y se convirtió en un símbolo de la crueldad de la guerra que asota el país desde hace seis años. Estaba desorientado y confundido: su casa se había visto reducida a escombros tras un ataque aéreo y su hermano mayor, Ali, de diez años, murió como resultado de la explosión.
Sin embargo, nuevas fotografías que se han publicado del pequeño, de cinco años, muestran a un Omran sano que disfruta con su familia. En las imágenes, tomadas durante una entrevista que su familia ha concedido esta semana, Omran aparece en su casa, sentado sobre las rodillas de su padre. La encargada de hacer las preguntas fue la periodista siria Kinana Allouche, conocida por su afinidad con el régimen de Bashar al Assad.
Hasta ahora, la familia Daqneesh se había negado a hablar con los medios por miedo a sufrir las represalias de los partidarios de Al Assad.
Fuente: ABC.