Urlikke Hoyer, una modelo de 20 años, se cansó del trato que recibe en la industria y, por ello, denunció en sus redes sociales a una de las marcas más reconocidas en el mundo: Louis Vuitton. Es que el episodio que tuvo que vivir en Tokio, luego de viajar por más de 23 horas, terminó por ser el punto culmine.
Pero el show para el que fue en primera instancia, nunca llegó. Le dijeron que estaba “demasiado hinchada” y que era “demasiado grande” para la ocasión. De hecho, la asistente del director del casting, Alexia Cheval, le dictaminó que necesitaba “tomar solo agua por 24 horas”. Y que debía irse a su casa.
Así también se lo notificaron a su agente personal, por mail: “Ella vino ayer a Tokio para hacer los arreglos finales, y ya no le quedaba el mismo vestido. Tiene panza, su cara está más hinchada y la parte trasera del vestido se abre, por lo que puedes darte cuenta que le queda apretado”, le escribieron.
Para Hoyer, no se trata de haber sido cancelada para el show, sino más bien la mala manera en la que fue tratada: “No se trata de que me cancelen. Ya lo he vivido, a veces ganas y a veces pierdes. Así es el juego. Pero no puedo aceptar lo ‘normal’ que es este comportamiento en personas así. Encuentran placer en ejercer poder sobre chicas jóvenes e ir al extremo de forzarlas a tener desórdenes alimenticios”, escribió, enojada.
“Honestamente, creo que hay un malentendido. Nos han dicho antes de que venga para los arreglos finales, que tenía una cintura de 92 cm. Eso está bien para cualquiera, así que le pedimos al atelier que nos haga lo que necesitábamos para ella. Le dijimos que le armaríamos un look y que la queríamos en el show. Vino a París, hicimos un abrigo de piel bajo las medidas de su cuerpo y le confirmamos que estaría en el show. Dos semanas después, en Tokio, por alguna razón, vino para los arreglos y el abrigo no le quedaba apropiadamente» respondió la marca.
Fuente: TKM