?? Las mejores fotos de la hermosa boda de Pippa Middleton [Fotos]
A pesar de que se trató de un enlace privado, numerosos curiosos y medios de comunicación, especialmente televisiones de EEUU, acudieron a las inmediaciones de la capilla St. Mark, donde el reverendo Nick Wynne-Jones ofició la unión.4 min
Pippa Middleton, cuñada del príncipe Guillermo, se casó hoy con el financiero James Matthews en una ceremonia privada en una capilla inglesa del siglo XII, en la que el príncipe Jorge actuó de paje y la pequeña Carlota fue dama de honor.
Como en los mejores historias de Jane Austin, Pippa Middleton, de 33 años, eligió un pequeño y pintoresco templo de la localidad de Englefield, en el sur de Inglaterra, para la boda, considerada el evento social del año y que ha generado un gran interés mediático.
A pesar de que se trató de un enlace privado, numerosos curiosos y medios de comunicación, especialmente televisiones de EEUU, acudieron a las inmediaciones de la capilla St. Mark, donde el reverendo Nick Wynne-Jones ofició la unión.
A Pippa, hermana menor de la duquesa de Cambridge, se la vio radiante con un elegante vestido en color marfil del diseñador británico Giles Deacon, realizado en encaje con un ligero escote en la espalda y entallado en la cintura, que daba la impresión de ser una pieza entera sin costuras, que acompañó con velo en tul y una tiara, y zapatos de seda del español Manolo Blahnik.
El vestido llevaba debajo varias faldas superpuestas de organdí para dar un movimiento de barrido del suelo al andar.
La llegada de Phillipa Middleton a la iglesia medieval de San Marcos, acompañada de su padre, Michael, en un Jaguar MK V descapotable color verde oliva de 1951, desvelaba al filo del mediodía uno de los secretos mejor guardados del enlace. El traje de la novia, un diseño con el que Giles Deacon ha querido resaltar la figura de Pippa, que ya causó sensación en la boda de los duques de Cambridge (2011) con su vestido, entonces de dama de honor, de la firma Alexander McQueen. Aquella imagen, y los interminables comentarios sobre su trasero, pusieron en el foco de la prensa a la hermana de Catalina, una licenciada en Literatura Inglesa de 33 años que básicamente se dedica a la vida social, una vez fallido el intento de rentabilizar su fama escribiendo un libro sobre buenos modales o esporádicas columnas de prensa.
Centenares de curiosos se entremezclaron este sábado con los profesionales de los medios (locales e internacionales) en los aledaños de la iglesia para asistir al desfile del centenar de invitados que acudieron al enlace, entre ellos el tenista Roger Federer y su esposa Mirka. El príncipe Enrique compareció junto a su hermano Guillermo –aunque la rumorología apuntaba a la presencia de su pareja, Megan Markle, en el festejo posterior-, mientras la madre de la novia, Carole, lo hizo del brazo de su hijo menor, James, y ataviada con un traje rosa pálido. Ese fue también el tono del vestido de seda elegido por la duquesa de Cambridge, pendiente en todo momento de los pequeños Jorge (3 años) y Carlota (2, recién cumplidos).
Tras concluir la ceremonia religiosa, de 45 minutos de duración, los novios posaron para las cámaras e incluyeron un beso en la estampa. Esa será la fotografía que copará portadas en los periódicos británicos, vetados del banquete posterior que se celebró en la vivienda familiar de los Middleton en Buclkebury, a menos de 10 kilómetros de la iglesia de San Marcos. A pesar del acuerdo de confidencialidad que tuvo que firmar todo el personal del servicio del ágape, o del cierre del espacio aéreo también sobre Buclkebury para evitar la presencia de drones armados con cámaras de la prensa, han trascendido algunos detalles como la instalación en el jardín de la mansión georgiana de una enorme carpa de cristal o de lujosos baños portátiles rematados en roble.
En ese entorno más relajado del convite, libre de objetivos indiscretos y en el que se concentraron 300 invitados, se esperaba la presencia de novia de Enrique, la actriz estadounidense con la que el soltero de oro de los Windsor parece haber estabilizado una relación en los últimos meses. De ser así, Megan Markle podrá disfrutar del caviar Beluga enviado por un donante ruso anónimo (nada menos que 8 kilos) o de las viandas escocesas con las que el contrayente, un gestor de fondos de inversión de 41 años, quiso resaltar su condición de heredero del título de Laird of Glen Affric. Pippa no se ha casado con la realeza, pero acaba de ingresar en lo más granado de la aristocracia.