Su presencia en la gala del Met lanzó primera pista de la noticia que íbamos a conocer hoy. Paris Jackson, de 19 años, pisaba la alfombra roja con un dos piezas negro de Calvin Klein by Appointment y posaba muy sonriente con Raf Simons, Director Creativo de la firma americana. Y en un evento en el cual los diseñadores suelen posar con sus musas y embajadoras este gesto no podía significar otra cosa que la aspirante a modelo tenía algún tipo de vinculación con la casa.
En efecto, se ha sabido que Paris es la nueva imagen de Calvin Klein e implica unas cuantas campañas y alfombras rojas. ¿El precio de contar con el rostro, el cuerpo y la personalidad de la hija de Michael Jackson? Se rumorea que el acuerdo tiene 7 cifras, es decir, que el salario de la joven sería millonario.
A sus 19 años, Paris intenta abrirse un hueco en el mundo del cine y de la moda. Y, en este segundo ámbito, ha entrado por la puerta grande, primero con el sello de aprobación de Chanel y ahora siendo elegida como embajadora de una de las firmas de moda más representativas de Estados Unidos. Y no solo eso, con un contrato que le reportará unos beneficios millonarios.
Hace tiempo nos preguntábamos si Paris se debatía entre ser un icono de la prensa sensacionalista o de la moda; parece que la balanza se ha inclinado hacia la segunda opción. Su fichaje por parte de Calvin Klein demuestra que está aquí para quedarse, y que la etiqueta de ‘hija de’ no ha hecho más que beneficiarla. Incluso ha comenzado a entablar amistad con Kendall Jenner, y formar parte del ‘squad’ más poderoso del universo fashion, el de las Instagirls, no hará sino que abrirle aún más puertas.
Ha nacido una nueva estrella. Y se llama Paris Jackson.