Admiradores de Chuck Berry esperaron en fila el domingo antes del amanecer para rendir un homenaje póstumo al legendario músico, semanas después de su deceso en su natal ciudad de St. Louis.
The Pageant, el club donde Berry tocó muchas veces, abrió sus puertas el domingo por la mañana para un velatorio público de cuatro horas, que sería seguido por un servicio privado y celebración para la familia y amigos del músico, quien murió a los 90 años.
Un músico afuera del recinto tocaba clásicos como “Johnny B. Goode”, “Sweet Little Sixteen” y “Roll Over Beethoven” mientras los admiradores pasaban por el ataúd abierto de Berry. El féretro tenía su querida guitarra eléctrica Gibson ES-335 atornillada al interior de la cubierta.
Uno de los arreglos florales dentro del salón tenía la forma de guitarra. Lo enviaron los Rolling Stones, una de muchas bandas que fue influida profundamente por el rockero de St. Louis.
En la ceremonia para sumar a Berry al Salón de la Fama del Rock & Roll, en 1986, Keith Richards, guitarrista de los Rolling Stones, dijo que el rockero de St. Louis fue quien lo comenzó todo.
Aparte de los Stones, Berry inspiró a una generación de guitarristas y bandas de rock, incluyendo a los Beatles y prácticamente todas las bandas que han tocado rock ‘n’ roll.
“Berry influyó en todos los que han tocado guitarra” dijo el jefe del Salón de la Fama del Rock & Roll, Greg Harris.
Sus canciones han sido grabadas por artistas de country, pop y rock, desde AC/DC hasta Buck Owens, y sus riffs siguen vivos en innumerables canciones.