Se sabía que estos Premios Oscar iban a estar cargados de política, y ya desde el monólogo de apertura Jimmy Kimmel, conductor de la ceremonia, lo dejó bien en claro.
El anfitrión se despachó con un discurso con los guiños acostumbrados a la crema y nata de Hollywood, pero el momento más alto llegó cuando pidió un aplauso para la «sobrevaluada», según Donald Trump. Meryl Streep.
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«Estamos aquí para honrar actores que parecen fabulosos, pero no necesariamente lo son. Y entre esos actores una en particular ha superado la prueba del tiempo por su trabajo poco inspirado y sobrevaluado», expresó el conductor, y la cámara enfocó a una tímida y muerta de risa Streep.
«Por su trabajo mediocre en ‘Memorias de África’, ‘La decisión de Sophie’ y ‘Kramer vs Kramer’, Meryl Streep ha estado en más de cincuenta películas en una carrera sin brillo», siguió Kimmel.
«Más sorprendente aún es que este año no estaba en ninguna película, simplemente escribimos su nombre», bromeó el conductor.
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— Vi Rai (ϑ ℛai) (@vrai777) February 27, 2017
«Por favor, vamos a darle a Meryl Streep un aplauso muy poco merecido», cerró el anfitrión, y todos los presentes se pusieron de pie y ovacionaron a la diva.
Kimmel, además, ironizó con que gracias a Trump este año los Oscar parecen menos racistas, y aseguró que todos están esperando que el presidente publique mensajes en Twitter a las 5 de la mañana.
Recordemos que la polémica entre Streep y el presidente comenzó luego de un encendido discurso de la actriz en los Globos de Oro.
«Cuando los poderosos usan su posición para intimidar a otros, todos perdemos», fue una de las frases de la artista.
El presidente le respondió a través de las redes sociales: «Meryl Streep, una de las actrices más sobrevaloradas de Hollywood, no me conoce pero me atacó anoche en los Globos de Oro», escribió el magnate. «Ella es una lacaya de Hillary que perdió mucho», afirmó.
No, que me da pena
