Con más de 2 metros de altura, una espectacular peluca anaranjada y una presencia que definitivamente llama la atención, Olivia Jones busca pasar de ser la drag queen más conocida en Alemania a presidente del país.
De acuerdo con la BBC, Jones –cuyo nombre real es Oliver Knobel– tiene experiencia en distintas causas. Lo mismo organiza recorridos turísticos por la calle del pecado en Hamburgo, Reeperbahn; participa en marchas por los derechos de los animales o aboga en la televisión por los enfermos de VIH- Sida o las víctimas de racismo.
«El papel me quedaría perfecto… No sería nada aburrido». «Soy una persona muy política. Este es el lugar donde puedo hablar con la personas correctas, a donde mi mensaje necesita llegar».
Y tal vez no esté tan alejada de su objetivo, no por nada fue invitada a la ceremonia del recién electo presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, donde causó furor. Desde Angela Merkel, hasta el director técnico de la selección de futbol, Joachim Low, todos estaban fascinados con su presencia.
Todo es posible, si no pregúntenle a Estados Unidos.