Gracias a su fluidez en varios idiomas, Édgar Ramírez ha trabajado durante los últimos años tanto en el mercado francés, como en el latinoamericano o en la meca del cine, donde ha participado en cintas como “Joy” ,junto a Jennifer Lawrence y Robert De Niro, “La chica del tren” o, más recientemente, en “Gold” con Matthew McConaughey.
Por esa razón, se ha acostumbrado ya a escucharse hablando en un idioma o con un acento distinto al suyo en la gran pantalla gracias a la “magia” del doblaje, excepto en un caso: cuando se trata de su “voz” en castellano, ya que no soporta al actor que se encarga de doblarle.
«No me gusta como sueno en España, en concreto mi voz. En Latinoamérica no está mal, a quien sea que lo esté haciendo, si está viendo esto: ¡Bien hecho! Le doy mi visto bueno. Pero no me gusta nada la de España. Es raro… Me ponen una voz demasiado profunda, y encima cuando le añades el acento resulta muy extraño. No me gusta nada», afirmó con contundencia el intérprete a su paso por el programa de Jimmy Kimmel.
Curiosamente, los actores de doblaje españoles son unos de los más reconocidos por su trabajo, en parte debido a la escasa tradición que existe de ver películas o series en versión original en el país. Sin embargo, el trabajo de su doblador en castellano parece ser el único que irrita sobremanera a Édgar, ya que en la misma conversación no dudó en alabar al encargado de regrabar sus diálogos en francés, idioma que él también domina al haber pasado parte de su infancia en la Canadá francófona.