Gustavo Dudamel, el director de orquesta que ha enamorado a la actriz María Valverde y acaba de cumplir su sueño de dirigir la Filarmónica de Viena en el tradicional Concierto de Año Nuevo -ha sido el director más joven en tener este honor-, anotará en breve un nuevo triunfo en su vida.
Quizá para muchos no sea para tanto, pero sacar al mercado una mansión como la que el músico posee en Los Ángeles, valorada en más de 3 millones de dólares, y realizar con éxito esta transacción, bien podría ser motivo de celebración para cualquier mortal.
LEER MAS: Dudamel explica porque no tiene nada que decir sobre la política en Venezuela
Construida en la década de los años 20, esta impresionante mansión con cerca de 335 metros cuadrados está equipada con todo lujo de detalles y decorada al más puro estilo modernista, ya que para ello el director musical contrató los servicios de la empresa de decoración SIMO Diseños. Espacios amplios con suelo de madera y mobiliario en tonos neutros, donde predomina el blanco, son algunos de los detalles de una vivienda que acaba de colgar el cartel de ‘se vende’ en su puerta.
Los 335 metros cuadrados están distribuidos en tres dormitorios, cada uno de ellos con su propio baño contiguo y un vestidor privado para cada habitante. Estas estancias se encuentran en el segundo piso, al igual que la suite principal, lo que en una casa normal equivaldría al dormitorio de matrimonio, que cuenta con una ducha y una bañera con patas en plena habitación. Un detalle que llamará la atención de futuros compradores, que no dejarán pasar la oportunidad de pasearse por las estancias de uno de los hombres más exitosos del año, aunque su sector no goce de la misma popularidad que el resto de profesiones del star system.
También cuenta con una piscina al aire libre situada en un terreno ajardinado con césped y diversas variedades de árboles y arbustos. Una mansión de la que Dudamel se enamoró hace tan solo dos años y que adquirió por tan solo 2,7 millones de dólares, pero que ahora sale al mercado por 3oo.ooo dólares más.
¡Queremos esa casa!
