[dropcap]F[/dropcap]idel Castro, una de las personalidades más emblemáticas en la historia política del mundo ha fallecido durante la noche del 25 noviembre del 2016, a sus 90 años, le bastó solo casi un siglo para darse a conocer en el planeta entero como un líder revolucionario. Sin embargo, antes de formarse como estadista y político, el ex mandatario probó suerte en el mundo cinematográfico.
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Metro-Goldwyn-Mayer y Fox (productoras gringas) fueron su casa durante un breve tiempo durante su juventud, películas del año dorado del cine como «Escuela de Sirenas» (1944), «Que siga la boda» y «Vacaciones en México» (1946) fueron los nombres de largometrajes que llenaron su sorprendente y corta filmografía, para luego regresar a Cuba declarar la revolución en el año 1959.
Aunque su paso por el mundo del séptimo arte se vio interrumpido por el «capricho» de ser un líder revolucionario, su nombre siguió llenando los guiones cinematográficos al paso del tiempo; no estando él como protagonista, sino interpretando por otros grandes del cine.
Con información de Fotogramas
Che (2008)
Damian Bichier, el actor mexicano encarnó a Fidel Castro en ese desigual pero muy completista díptico sobre Ernesto Guevara dirigido por Steven Soderbergh (‘Che, el argentino’ y ‘Che, guerrilla’). Así, le veíamos en las dos etapas más diferenciadas de su relación con Guevara, de compañero de revolución e incipiente barba a político y dictador abandonando a su suicida suerte en Bolivia al Che.
La Habana (2000)
A Anthony LaPaglia le gustaría que esta caricaturesca y desmadrada recreación e interpretación de Fidel Castro quedara ‘Sin rastro’ en su filmografía, pero no le vamos a hacer ese feo. Y no lo haremos porque su Castro de ‘Lío en La Habana’ (2000), una comedia loca sobre agentes patosos de la CIA en plena guerra fría con Cuba, no dejaba de tener su gracia, y el amigo Anthony era bastante responsable de ella.
Bananas (1971)
O más que chapliniano de especial fin de año televisivo con Martes y Trece. La sátira que Woody Allen efectuó del mundillo revolucionario sudamericano, el capitalismo voraz USA y la Cuba de Fidel Castro se tituló ‘Bananas’ (1971) . Allen sustituye, con ese pedazo de barba ful que ven en la foto que acompaña a estas líneas, al Castro (también apócrifo) oficial para dar un delirante discurso en la línea de ‘El gran dictador’.
Comandante (2003)
Oliver Stone se dedicó a tocarle las narices a Hollywood con documentales-entrevista hagiográficos en los que acompañó a personajes como Hugo Chávez o el mismísimo Fidel Castro en este ‘Comandante’. Una felación en toda regla no exenta de mala leche y de ganas de molestar al tío Sam. Hollywwod pronto sobornaría a Stone para que volviera súper manso al redil, pero ahí queda esta combativa andanada con dos bon vivants logorreicos de chupitos por La Habana.
Che! (1969)
Más que nada porque uno no puede dejar de ver, tras esa barba y esas gafas al pistolero malvado de decenas de westerns, o incluso al matón de muchos thrillers: a Jack Palance, claro. En el ‘Che!’ dirigido por Richard Fleischer en 1969, no sólo era ya muy flipante ver a Omar Shariff de Ernesto Guevara, sino que lo de Palance como Fidel Castro ya era total. A veces me imagino a Lee van Cleef haciendo una prueba para el papel.
Topaz (1969)
Masacrada y denostada pieza de culto de Alfred Hitchcock, solamente humillada y ninguneada por cuestiones políticas. En el año 1969 no quedaba progre (léase europeo, aunque la crítica USA acusó al film precisametne de ser demasiado europeo) darle caña a los revolucionarios castristas, pero la película, basada en un best seller de Leon Uris, no iba de eso. John Vernon no interpreta a Fidel Castro, es verdad, pero su personaje es muy Fidel Castro. Considerado el mejor Castro de la historia del cine.
Cuba (1979)
Otra de esas minusvaloradas películas que se merecen una revisión urgente y una reivindicación comme il faut. Hablo de ‘Cuba’, la maravillosa revisitación de la mítica ‘Casablanca’ de Michael Curtiz, dirigida en 1979 por Richard Lester. Sean Connery (casi como una contrafigura crepuscular de su James Bond) se verá inmerso en los asuntos castristas y revolucionarios mientras se reencuentra con un viejo amor (la bella Brooke Adams). Una preciosidad de película con algún detalle malvado como la comparación de Fidel castro con el conde Drácula de Christopher Lee.
«The Twilight Zone» The Mirror (1961)
Rod Serling tampoco le llamó directamente Fidel castro aunque hacía casi nada que la revolución cubana había tenido lugar. Al guionista y cicerone de la mítica, inolvidable y televisiva «La dimensión desconocida» lo que le importaba era el mensaje, la moraleja, así que en la figura de este guerrillero sudamericano (un Peter Falk muy Fidel Castro) que llega al poder vía la violencia y que se obsesionará con ambas cosas eliminado a sus compañeros y sojuzgando a ese pueblo que dijo haber liberado, hablaba de todos los dictadores sin excepción. El episodio se tituló ‘El espejo’ y precisamente en un espejo misterioso se veía reflejado el futuro, la muerte y el alma negra de las revoluciones mal entendidas.
El padrino parte II ( 1974)
Pocas imágenes más definitorias de lo que había sido y era (hasta que llegó ese Año Nuevo de 1959) Cuba bajo el protectorado de Estados Unidos que esa escena de «El padrino parte II» (Francis Ford Coppola, 1974) en la que la mafia, el corrupto y dictador Fulgencio Batista y los oligopolios yanquis se reparten un pastel que es la bandera cubana. Las escenas en La Habana, previas y en pleno estallido revolucionario, de esta segunda entrega de la familia Corleone siguen siendo una maravilla. Castro no aparece, pero hablan de él, y mucho.
Habana (1990)
Casi llega a conocer a Fidel Castro el personaje (un aventurero, vividor, galán y desencantado, escéptico tipo a lo Rick Blaine Humphrey Bogart de ‘Casablanca’) interpretado por Robert Redford en la «Habana»(1990) de Sydney Pollack. Entrará en contacto con los rebeldes, tanto en la sierra como en las calles de la capital cubana con sus garitos, sus lujosos hoteles de la mafia y sus casinos. Y se topará, por descontado, con una mujer, y vaya una: Lena Olin. Otro inconfeso remake de ‘Casablanca’ que mereció mejor suerte en taquilla. Dicen que a Fidel castro le gustaba como le gustaba Redford, actor con el que llegó a verse.