[dropcap]E[/dropcap]l avión proveniente de Ciudad Juárez que transportaba las cenizas del cantautor michoacano Juan Gabriel aterrizó ayer alrededor de las 14:00 horas en la pista 5 Izquierda del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), de donde fue trasladado al Palacio de Bellas Artes.
La empresa Grupo Gayosso fue la encargada de trasladar la urna fúnebre, mientras elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP-CDMX) acompañaron el recorrido del cortejo hasta el Palacio de Bellas Artes.
Un comando integrado por 40 motocicletas y cuatro patrullas de la Policía Federal escoltaron la carroza con los restos de El Divo de Juárez.
Luego de pasar vialidades como Santos Dumont, Eje 1 Norte y Circuito Bicentenario, el convoy avanzó por el Viaducto Río La Piedad hasta el Eje Central Lázaro Cárdenas, para arribar al recinto cultural, donde se realiza su homenaje póstumo.
Durante el recorrido, los capitalinos salieron a las calles para darle el último adiós al autor michoacano. Admiradores de Juanga se mostraron consternados a medida que avanzaba la caravana fúnebre, pero también le ofrecieron aplausos y/o una porra para mostrar su cariño por Alberto Aguilera Valadez, su nombre real.
Desde su paso por Viaducto, una valla humana, con teléfono móvil en mano, permanecía atenta al avance de la carroza con el fin de inmortalizar la caravana en una fotografía o video; algunas personas también formaron una fila para ver pasar el cortejo fúnebre sobre el Eje 3 Oriente.
Los automovilistas detenían sus vehículos al paso del convoy para rendirle tributo, o para sólo tomar una foto.
Cientos de peatones llenaron las aceras de las calles del recorrido, y apostados en los puentes del Viaducto Miguel Alemán algunos se animaron a cantar algún tema del oriundo de Michoacán.
Un ambiente de sentimientos encontrados se vivía afuera del lugar, donde cientos de personas esperaban el arribo del cortejo fúnebre: mientras algunos lloraban, otros entonaban su música entre porras y aplausos.
“Que viva Juan Gabriel, que viva Parácuaro, que viva México”, gritaba un grupo. Otros llevaban pancartas con mensajes de cariño y admiración con textos como “Gracias Juan Gabriel por tus bellas composiciones” y “Juan Gabriel, mi amor eterno que siempre vivirá”.
Minutos antes del arribo de las cenizas de Juan Gabriel a Bellas Artes, una intensa lluvia caía en el centro de la Ciudad, sin embargo, los miles de fans permanecían inamovibles en espera de la carroza.
Después de haber recorrido por poco más de dos horas algunas avenidas de la Ciudad de México, la carroza fúnebre arribó minutos después de las 16:00 horas al Palacio de Bellas Artes.
En medio de una fuerte ovación, el cortejo hizo su aparición por Eje Central Lázaro Cárdenas.
Imitadores de El Divo de Juárez, fanáticos, admiradores y curiosos esperaron por horas para verlo.
Por la hora, cientos de personas salieron de las oficinas, comercios y hoteles aledaños al lugar para presenciar la llegada de la carroza con la urna mientras la música sonaba en la explanada de Bellas Artes.
Algunos comerciantes aprovecharon para vender la fotografía impresa del michoacano a cambio de 20 pesos; otros ofrecían diferentes artículos alusivos a la vida y obra del cantautor.
Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina cerraron en su totalidad la circulación en Avenida Juárez, desde Paseo de la Reforma hasta el Eje Central Lázaro Cárdenas, ya que por esta última vía llegó el cortejo fúnebre.
Como la Avenida Hidalgo también fue cerrada al tránsito vehicular, los admiradores se acercaron al palacio de mármol para observar el homenaje desde diferentes puntos en la vía pública, o a través de las pantallas instaladas en la Alameda Central.
Con pancartas, banderines y playeras estampadas con imágenes del autor esperaron su turno para entrar a rendirle honores.
Vía Excelsior.com