[dropcap]L[/dropcap]os Juegos Olímpicos en Río de Janeiro 2016 son hasta el momento, los más escandalosos en los últimos años, pese a que este tipo de eventos siempre terminan en escándalos de dopaje, política y corrupción; en esta oportunidad, los escándalos sexuales fueron los más predominantes.
Casi 11.000 atletas olímpicos se dieron lugar en una de los lugares más exóticos del planeta, para competir en distintas destrezas deportivas y poder llevarse las codiciadas medallas de oro, plata y bronce a casa. Con buena concentración, buen estado físico, mucha seguridad, todos estos deportistas se prepararon para poder representar a sus respectivos países, y convertirse en verdaderos héroes nacionales.
Sin embargo, no todo es disciplina deportiva, preparación física y mental, ya que durante el desarrollo de la competencia, salieron a la luz, distintos escándalos sexuales, donde los mismísimos atletas fueron los protagonistas.
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Sexo, natación y mucho más…
La clavadista brasileña Ingrid de Oliveira, fue expulsada de la Villa Olímpica por mantener relaciones con otro atleta, el remero Pedro Gonçalves. La saltadora de trampolín, después de su «clavados sexuales» quedó de última en su prueba de clavados.
2. Gimnasta mostrón
Con su primera participación en ese tipo de eventos deportivos de gran envergadura, el gimnasta brasileño Arthur Mariano, fue otro que se une a la lista de escándalos sexuales. El practicante de barra fija, se dejó llevar en una video llamada nocturna, y mostró su paquete a una mujer misteriosa. Inmediatamente, las reacciones de las redes sociales no se hicieron esperar, el deportista brasileño fue tendencia por su desnudo… ¿fugaz?
3. Sexo en la playa
Siempre en los Juegos Olímpicos, es indispensable hacer transmisiones en vivo, y de tal manera que la BBC Sport, hizo reportaje sobre ello, y en plena grabación captaron a una pareja teniendo relaciones sexuales en la playa de Copacabana. El presentador encargado Dan Walker, quedó muy sorprendido al percatar que detrás de él, se llevaba a cabo un acto sexual.
4. Pedida de matrimonio
Aunque no es considerado como un «escándalo sexual», si se podría consideran como uno de los momentos más comentados durante los juegos olímpicos. En plena entrega de medallas, la selección de Australia se le catalogó como reina del rugby femenino, Marjorie Enya, una voluntaria de los Juegos saltó al terreno de juego y tomó el micrófono para darle una sorpresa a su novia, la jugadora de la selección brasileña de rugby Izzy Cirullo, «¿Quieres casarte conmigo?». Fue uno de los momentos más épicos y románticos de Río 2016.
5. Striptease olímpico
Algo que caracterizó a Río 2016, fue los piropos hacía los atletas masculinos y atletas femeninas. Durante la ceremonia de apertura, el tongo Pita Taufatofua fue uno de los que robó corazones; sin embargo, en la final de la prueba de barras paralelas, el gimnasta estadounidense Danell Leyva, enloqueció a todo el público femenino presente, ya que el ganador de la medalla de plata, se le rompió la camiseta y el resultado, un grupo de mujeres enardecidas por el casi striptease olímpico.
El hacer ejercicio cambia
tú mente, cuerpo
actitud y humor.
Danell Leyva
Medallista estadounidense pic.twitter.com/cQO1P2JndA— La Disca Guatemala® (@LaDiscaGT) 18 de agosto de 2016
6. Violador atlético
El boxeo olímpico ha quedado manchado de por vida, luego que uno de los practicantes, el nambibio Jonas Juinias Jonas pasará a ser el segundo atleta de este deporte es ser implicado en un acoso sexual. El joven atleta de 22 años, peso superlijero, fue detenido en la Villa Olímpica, tras ser vinculado en un intento de violación a una camera.
7. Piscina «roja»
La nadadora olímpica, Fu Yuanhui consiguió la fama mundial por sus graciosos gestos al enterarse que era una de las favoritas. Sin embargo, otra de las cosas que se le acredita a esta talentosa atleta, es que ha sido una de las pocas deportistas en hablar abiertamente sobre los dolores menstruales por el cuál pasan todas las atletas a la hora de ir a competencia.
En la entrevista posterior a la prueba de natación, la nadadora se presentó retorciéndose de dolor y con cara de sufrimiento, muy lejos de la expresividad que la había hecho famosa. Ante todo, pidió disculpas a sus compañeras por su bajo desempeño. Y, inmediatamente, explicó que se sentía débil y cansada porque el día anterior había comenzado su período menstrual.