[dropcap]A[/dropcap]unque Steven Spielberg siente una gran pasión por el mundo audiovisual desde que era joven, no siempre ha sido reconocido como el gran director que es ahora. Cuando era un simple adolescente, Spielberg consiguió un pase de tres días que le garantizaba poder ir a visitar los ‘sets’ de rodaje de Universal Studios para curiosear las diferentes películas y series de televisión que eran grabadas por aquella época.
¿Qué le distinguía de los demás visitantes? Su entusiasmo por este mundo hizo que aunque su pase estuviese caducado, el director de Mi amigo el gigante siguiese acudiendo a los estudios día tras día durante tres meses. Hasta que un día, su encuentro con Alfred Hitchcock se vio interrumpido por su expulsión de uno de los estudios.
Spielberg intentó entrar a la grabación de Cortina Rasgada y en uno de sus intentos consiguió ver a Hitchcock charlando con Julie Andrews. Como no podía acceder a los escenarios, se alejó y se adentró en otro de los rodajes: “Estaba en el escenario del Fantasma de la ópera y ellos estaban bastante lejos. Simplemente entré por la parte de atrás del teatro, había unos 500 extras en sus posiciones. Ese fue el momento en el que un ayudante del director, o quizás su segundo ayudante, o incluso su tercer ayudante…. ¡Fui expulsado por su tercer ayudante! Me dijo: “¿Qué haces aqui?”, yo contesté que “solo quería observar”, y me dijeron que era un ‘set’ cerrado. Ahí acabo todo”.
En una conversación con EW, el director de E.T. El extraterrestre ha explicado que en esos tres meses aprendió sobre todo la labor de edición y postproducción de una película. Estos orígenes son los que hoy en día se ven reflejados en sus nuevos proyectos como Mi amigo el gigante, película que se estrena el próximo 8 de julio y que ha comparado con los clásicos cuentos de hadas de Disney.