[dropcap]S[/dropcap]egún ha contado en una reciente aparición en el programa de Jimmy Fallon, Blake Lively pasó un mal rato en un reciente vuelo cuando muchos de los pasajeros que se encontraban a su alrededor decidieron ver Deadpool, la última película de Ryan Reynolds que ha cosechado gran éxito de público y de taquilla. Al parecer, no es nada fácil para ella ver a su marido en ciertas escenas del filme.
«No estábamos juntos el Día del padre, era el primer día que no estábamos juntos. Iba en un avión con nuestra hija James. Fue una especie de tortura porque mirase donde mirase veía a mi marido en una escena de sexo. En los días de fiesta…. ¡con otra mujer! Todo el mundo quiere ver Deadpool en el avión. Todos. Mi hija decía ‘¡Papá!’ y abrazaba y saludaba la pantalla, pero ella no entendía por qué no le devolvía el saludo porque pensaba que era como Facetime», explica la actriz.
Lively se encuentra promocionando Infierno Azul, la película dirigida por Jaume Collet-Serra en la que interpreta a una surfera que se ve acechada por un enorme tiburón blanco. Para intentar sobrevivir, se resguarda en un pequeño islote del que no será fácil salir.