[dropcap]L[/dropcap]a obsesión por tener un cuerpo perfecto, puede traer graves consecuencias, sobre todo si las personas pierden la razón y se provocan daños irreparables, así es el caso de la modelo Aleira Avendaro, quien no tomó en cuenta los riesgos de tener una cinturita de avispa, y llegó al extremo de usar corsé 23 horas diarias por 6 años.
Aunque los médicos le advirtieron de los riesgos, a la modelo venezolana no le importa el dolor, ya que está conforme con su silueta, pues la considera extremadamente sexy.
Siempre tiene un corsé apretando su cintura dándole una apariencia que para algunos es sumamente atractiva, pero para otros es antinatural y la comparan con un transexual.
A sus 25 años piensa que tiene un cuerpo hermoso por lo definido de sus caderas; sin embargo, con el paso del tiempo, cadera, costillas y espina dorsal podría mostrar las consecuencias del extremo ‘tratameinto de belleza’.
Y es que además de mantener el corsé siempre firme, la modelo mantiene una dieta extrema, en la que sólo come porciones muy pequeñas de fruta, huevo y en ocasiones carne; sumado a sus arduas rutinas de ejercicio. Pero su dizque forma de vida saludable está opacada por las múltiples cirugías que ostenta: naríz, senos, glúteos y liposucciones.